Dentro de las principales causas del agotamiento por calor están la exposición a altas temperaturas con la combinación de alta humedad y la práctica de una actividad física extenuante. En estos casos debe aplicarse un tratamiento inmediato ya que puede llegar a ser un padecimiento grave. Sin embargo, el agotamiento por calor es totalmente prevenible.
Cómo prevenir el cansancio y la fatiga en verano
Si estás en plena práctica de actividad física, párate, descansa un momento, recupera el aliento e hidrátate. Retoma cuando te encuentres nuevamente cargado/a de energía.
Busca un lugar fresco y a la sombra y refúgiate unos minutos.
Bebe mucho líquido, sobre todo agua, o bien algún tipo de bebida que contenga electrolitos (Gatorade, Powerade, etc.), si puedes, evita el azúcar, actualmente estos productos tienen versiones sin azúcar en el mercado.
Usa ropa liviana y suelta no ajustada al cuerpo.
Aplícate protector solar cada poco tiempo; lleva gafas de sol y una gorra o sombrero que te protejan del sol, así evitarás quemaduras solares.
No te quedes en el coche si no tienes puesto el aire acondicionado. La temperatura al interior puede subir más de 6,7ºC en 10 minutos y ocasionar la muerte. Por supuesto no dejes a nadie encerrado, ni a tu mascota.
Evita el trabajo físico o el ejercicio durante las horas más calientes del día y prográmalas en horas frescas (muy temprano o en la noche). Si no puedes evitarlo permanece hidratado y realízalas en lugares frescos.
Alerta con los signos de alarma
Sudoración excesiva
Mareo y debilidad
Fatiga
Pulso débil y rápido
Presión arterial baja al ponerse de pie
Calambres musculares
Deshidratación
Náuseas
Dolor de cabeza
Confusión, agitación
Si presentas estos síntomas y si al cabo de una hora no mejoran o empeoran, entonces debes acudir a urgencias y que te revise un equipo médico para tomar las medidas oportunas.