Cómo mantener una amistad estando en diferentes etapas de la vida

Una cosa que queda clara a medida que pasamos de los 20 a los 30 años es lo fácil que es acabar en una etapa de la vida muy diferente a la de nuestros amigos. Hay cosas reales que pueden separarnos de los demás, como decidir dónde vivir, comprometerte con los estudios de posgrado, invertir en nuestras carreras, sentar la cabeza e incluso formar una familia. Hay menos tiempo para pasar con los amigos, otras relaciones pueden tener prioridad, y puede empezar a parecer que tenemos menos cosas en común que antes y que estamos superando las amistades. Y aunque estar en una etapa diferente a la de nuestros amigos puede ser duro por muchas razones, no tiene por qué significar el fin de nuestra amistad, de hecho, es posible aprender cómo mantener una amistad estando en diferentes etapas de la vida.

Cómo mantener una amistad estando en diferentes etapas de la vida

A continuación te explicamos cómo mantener una amistad cuando sientes que estás en lugares diferentes:

Recuerda lo que os unió

Probablemente no hace falta decirlo, pero recordar por qué os hicisteis amigos en primer lugar contribuye en gran medida a que vuestra amistad sea duradera. Hablar de la historia que tenéis juntos, como los chistes internos y las experiencias pasadas, puede ayudaros a sentiros unidos cuando estéis en lugares diferentes y no podáis veros tan a menudo como os gustaría. Por eso es tan importante encontrar oportunidades para rememorar, reírse e incluso avergonzarse de viejas historias y recuerdos.

Dedica tiempo a los nuevos recuerdos

Siempre es divertido recordar el pasado, pero cualquier relación, incluida una amistad, no durará si no se reserva tiempo para crear nuevos recuerdos. Probar una nueva afición o actividad juntos es una buena manera de estar al día de la vida del otro y de pasar un tiempo de ocio muy necesario.

Es probable que la espontaneidad no funcione tan bien como antes, así que planificar con antelación ayuda a garantizar que el tiempo que pasáis juntos no se quede al margen por otros compromisos o responsabilidades.

Sé vulnerable. Hablen de sus dificultades, celebren sus éxitos y compartan sus esperanzas para el futuro. La autenticidad servirá de puente entre las diferentes situaciones de la vida.

Por supuesto, crear nuevos recuerdos no consiste sólo en hacer cosas juntos, aunque eso ayuda. También se trata de mantener conversaciones significativas que os acerquen. Las redes sociales facilitan el contacto (especialmente cuando no se puede estar en persona), pero también dificultan las conversaciones reales y no siempre sustituyen el tiempo de calidad.

Independientemente de que podáis poneros al día en persona o por teléfono, centraos en mantener conversaciones sobre lo que realmente ocurre en vuestra vida. Sé vulnerable. Habla de tus luchas, celebra tus éxitos y comparte tus esperanzas para el futuro. Este tipo de autenticidad te ayudará a entender mejor por lo que está pasando la otra persona y a tender un puente entre vuestras diferentes situaciones en la vida.

Marca tus límites

Encontrar tiempo para conectar no es el único problema. Hay muchos otros obstáculos que dificultan el mantenimiento de una amistad cuando se está en diferentes etapas de la vida. Tal vez uno de vosotros tenga que hacer malabares con los niños mientras el otro está equilibrando los viajes regulares por trabajo. También es muy probable que las finanzas influyan en el tipo de actividades que podéis hacer juntos o incluso en la frecuencia con la que podéis veros.

Aunque ayuda a ser complaciente y flexible, es igualmente importante ser sincero sobre cuánto puedes ceder y ser realista sobre lo que puedes esperar de tu amigo. Esto no sólo es el punto de partida para encontrar soluciones o compromisos (como salidas menos costosas), sino que ayuda a evitar malentendidos o conflictos (como que un amigo asuma que no quieres verle cuando rechazas los planes de cena porque la economía es ajustada). También nunca está de más tomar la iniciativa y sugerir una idea o alternativa que tenga en cuenta la situación de tu amigo. Este tipo de consideración suele ser muy apreciada, especialmente cuando uno de vosotros gana más o menos dinero que el otro.

Prepárate para que te sorprendan

Cuando se está en etapas vitales diferentes, es muy común hacer suposiciones sobre lo que la otra persona está pasando. El problema es que, la mayoría de las veces, nuestras suposiciones acaban siendo erróneas. Además, pueden impedirnos afrontar las situaciones y provocar un mayor distanciamiento entre los amigos. Digamos que una de tus amigas tiende a hablar largo y tendido de sus hijos cada vez que os reunís. Y por mucho que te gusten sus bebés, te resulta difícil decir algo (y no puedes aportar mucho sobre los genios de los pañales o las listas de espera del preescolar). Puede que te preocupe que se enfade si le planteas (amablemente) tu deseo de hablar de algo o de cualquier otra cosa. Puede que lo esté. Pero es posible que esté encantada de hablar de tus recientes vacaciones y que le guste un poco de evasión. En lugar de sacar conclusiones precipitadas, mantén las suposiciones bajo control (y consulta a tus amigos cuando no estés totalmente segura de tu postura).

Evita las comparaciones sociales

Todos nos hemos comparado alguna vez con nuestros amigos. Pero cuando se está en una etapa de la vida diferente, es posible dejarse llevar por el intento de determinar a quién le va mejor o quién parece estar más adelantado. Esto es especialmente cierto cuando tú eres la amigo que se siente atrasado. Por muy incómodos y tóxicos que sean, los celos son una reacción completamente normal.

Sin embargo, dejarse llevar por las comparaciones sociales puede entorpecer vuestra amistad y alejaros de la etapa vital que realmente estáis atravesando. En lugar de fijarte en todos los aspectos en los que te sientes por detrás o de ser demasiado autocrítico, recuerda que todo el mundo tiene su parte de altibajos. Nunca sabes realmente con qué está luchando alguien, ni siquiera un amigo cercano. Y no sabes lo difícil que puede ser una experiencia (aunque sea positiva o bienvenida) hasta que la has vivido tú mismo.

En lugar de fijarte en todos los aspectos en los que te sientes rezagado o ser excesivamente autocrítico, recuerda que todo el mundo tiene su parte de altibajos. Nunca sabes realmente con qué está luchando alguien, incluso un amigo cercano.

Cambia tu perspectiva

Si te sientes molesto por lo difícil que es mantener una amistad cuando estáis en lugares diferentes, puede ayudarte centrarte en las ventajas de tu etapa actual de la vida. Como tener la flexibilidad de hacer lo que quieres y la capacidad de ser espontáneo, o sentirte agradecido por conocer el valor de un euro.

Otra opción es ajustar tu visión de la situación en su conjunto. Por muy duro que sea, pasar por esto a veces puede ser útil, en el sentido de que te permite vislumbrar una etapa de la vida diferente. Ya sea que estés pensando en mudarte con tu pareja, casarte, aceptar un ascenso o tener un hijo, ver a un amigo pasar por una experiencia similar a veces puede ayudarte a decidir si es algo para lo que estás preparado.

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Haz nuevos amigos (¡y conserva los antiguos!)

A fin de cuentas, es muy común y (hasta esperable) que las amistades cambien o se desvíen a medida que pasamos por las transiciones de la vida. Así que, además de ajustar los términos de tu antigua amistad (como los temas de conversación o el tipo de actividades que podéis hacer juntos), puedes decidir diversificar y hacer nuevos amigos que estén en una etapa similar a la tuya (como amigos solteros, amigos que acaban de ser madres o amigos del trabajo). Por supuesto, esto no significa que tengas que renunciar a tus antiguas amistades. Tampoco significa que hayas hecho algo malo o que estés siendo una mala amiga.