El Dr. Francisco José Berchi González, miembro de Saluspot y licenciado en odontología en la Clínica Waksman nos explica cómo conseguir un perfecto cepillado y los instrumentos que necesitamos para ello.
Los productos que utilizaremos para un perfecto cepillado son: un cepillo dental, manual o eléctrico, que haga forma de 'V' en el medio, rodeando los brackets, y lo acompañaremos con un dentífrico rico en flúor que evita la caries dental. Para profundizar en el cepillado utilizaremos Superfloss, una seda dental específica para los dientes con ortodoncia y un cepillo interproximal que permita limpiar entre los dientes y los aparatos. Para concluir nuestro cepillado, usaremos un colutorio con flúor y, opcionalmente, un irrigador bucal.
Os recordamos que es aconsejable lavarse los dientes después de cada comida. Para ello, comenzaremos el cepillado dividiendo nuestra boca en 4 zonas, y dedicaremos 30 segundos a cada una. Cuando utilicemos un cepillo manual, el cabezal debe situarse formando un ángulo de 45 grados con el diente y realizaremos movimientos circulares por toda la superficie. Debemos limpiar la superficie exterior, interior y de masticación, sin olvidarnos de la lengua y el paladar.
Posteriormente, para limpiar las zonas entre diente y diente, utilizaremos hilo dental (Superfloss) en aquellas zonas donde los dientes estén muy juntos y, un cepillo interproximal donde estén más separados. El grosor del cepillo dependerá del espacio que cada uno tengamos. Para acabar nuestra limpieza, nos enjuagamos la boca con un colutorio rico en flúor. Lo ideal es que sea una vez al día por la noche. De esta forma, estaremos evitando la formación de caries.
Para conseguir un cepillado más profesional, podemos utilizar como elemento auxiliar el irrigador bucal. Un aparato que expulsa agua a presión y elimina cualquier resto de comida y placa que haya quedado después del cepillado en las zonas de difícil acceso.
Os dejamos un vídeo en el que se explica perfectamente todo lo mencionado. Esperamos que os sirva de gran ayuda y que luzcáis unos dientes blancos y radiantes.