Que es el hígado graso.
Como curar el hígado graso.
El hígado del tipo graso conocido en los términos médicos como “esteatosis hepática”, es una situación del tipo reversible que suele desaparecerse al realizar cambios de algunos malos hábitos que tenemos.
Este tipo de anomalía no es común sin embargo de presentarse no es motivo de alarma siempre y cuando se trate a tiempo.
Cuáles son las características del hígado graso
El hígado del tipo graso se observa en las personas en donde su nivel de grasa en el hígado esta en un rango que va desde un cinco al diez por ciento del peso total a nivel hepático. Es posible que las personas que poseen diabetes y las personas que rondan los cincuenta años en su gran mayoría sean las que padecen esta enfermedad.
Clasificación de los tipos de hígados grasos.
Esta tipo de enfermedad suele clasificarse en dos grandes tipos:
• Hígado graso por las ingestas de alcohol: se produce por ingerir alcohol en demasía y es el preludio a la enfermedad hepática más peligrosa como lo es la cirrosis. Cuando el hígado no está bien no destruye las grasas y evidentemente al no destruirlas las acumula.
El mejor tratamiento es dejar el alcohol para que así desaparezca esta anomalía.
No obstante de recaer en el vicio reaparecerá el padecimiento y con mayores consecuencias.
• Hígado graso del tipo no alcohólico: esta anomalía no se genera por la ingesta de alcohol pero también puede ser causal de la cirrosis. Este tipo de anomalía reemplaza el tejido del tipo sano por uno con cicatrices lo que a la larga ocasiona que el hígado funcione de una manera anormal.
Los Malos hábitos y enfermedades crónicas son causales de esta anomalía. Algunas de ellas son :
• Presencia de diabetes tipo II,
• perder peso rápidamente
• presencia del colesterol muy elevado,
• presencia del síndrome del tipo metabólico,
• altos niveles de triglicéridos
• Presencia de obesidad corporal
Una de las características que posee el síndrome del hígado graso, es que generalmente no se presenta con sintomatologías evidentes, lo que hace que en algunas ocasiones sean confundidas con algunas otras anomalías.
Los síntomas de esta anomalía son las siguientes:
• Presencia de Ansiedad mayormente por las tardes
• Presencia de Fibromialgia
• Presencia de Grasa abdominal
• Presencia de triglicéridos, colesterol, acido úrico muy elevados.
• Presencia de Caída del cabello.
• Presencia de Acné.
• Presencia de Verrugas en axilas y cuello.
• Presencia de ronquidos.
• Presencia de Fatiga
• Presencia de Pérdida de apetito
• Presencia de dificultades para perder de peso
• Presencia de Náuseas
• Presencia de desconcentración.
¿Cuáles son los tratamientos ideales para tratar el hígado del tipo graso?
Generalmente, en los casos de hígado graso del tipo no alcohólico, los médicos sugieren bajar de peso. Al perder peso se reduce grasa, hinchazones y fibrosis en el hígado. De igual manera si el médico indica que algún fármaco está ocasionando daños al hígado puede suspenderlo o bajar su dosificación.
Por otra parte, en el caso de la enfermedad del hígado del tipo graso ocasionado por alcohol es dejar de beber alcohol. Si no puede por sí solo existen algunos mecanismos, medicamentos y sociedades anónimas que lo podrán ayudar.
Como se ha dicho ambos tipos de hígado graso pueden desencadenar cirrosis hepática, y los especialistas pueden curar esta patología con fármacos, cirugías etc... En casos extremos, la cirrosis hepáticas desencadena una posible insuficiencia a nivel hepático lo conllevaría irremediablemente a un trasplante a nivel del hígado.
Algunos cambios en el estilo de vida pueden servir de ayuda para sanar la enfermedad del hígado del tipo graso.
Si Ud. padece de este tipo de anomalía, debe hacer unos ajustes en su estilo de vida tales como los siguientes:
• Debe Consumir una dieta muy sana, en donde primordialmente debe limitar tanto la sal como el azúcar, pudiendo además de comer granos del tipo integral, frutas y verduras.
• Es imprescindible que se coloque las contra las hepatitis del tipo A y del tipo B, la vacuna contra la gripe y la vacuna contra la enfermedad del neumococo.
Si usted llegase a padecer hepatitis bien sea del tipo A o del tipo B aunado a padecer el síndrome del hígado del tipo graso, es factible que padezca de insuficiencia del tipo hepática.
Es posible que estas personas que padezcan de enfermedad del tipo hepática crónica sean proclives a contraer varias infecciones, por lo que las vacunas son imprescindibles.
• De igual manera debe realizar ejercicio con regularidad, esto con el fin de bajar de peso y minimizar la grasa en el hígado.
Cuáles pueden ser los remedios naturales para tratar el hígado graso
Además de aprovechar las ventajas de los remedios caseros, es preciso que la persona que padece de esta condición realice algunos cambios en su vida cotidiana, sobre todo en lo relacionado a su alimentación y a algunos hábitos (como ser beber alcohol en exceso).
La recuperación hepática puede llevar su tiempo si el paciente no se compromete y deja todo lo que pone en riesgo este órgano. Los remedios caseros más eficaces son:
• Alcachofa: No dudes en añadir este vegetal a tu dieta diaria para mejorar la salud del hígado. No tiene muchas calorías, es un diurético excelente, ayuda a regular el colesterol y el azúcar en sangre, disminuye la absorción de grasas, entre otros beneficios. Se aconseja consumir al menos dos veces por semana, de manera natural, en preparaciones ligeras, cocidas o al horno, sin aderezos, salsas o cremas.
• Níspero: se conocen sus ventajas para muchas dolencias, entre ellas, para curar el hígado graso. Esto se debe a que mejora las funciones hepáticas y tiene un efecto depurador sobre el organismo. Consume algunas frutas como postre.
• Rábano y remolacha: Ambos se deben incorporar a la dieta porque sirven para desinflamar y depurar el hígado, son muy nutritivos y aportan pocas calorías. El rábano se puede consumir crudo o rallado en ensaladas y la remolacha se hierve para ser un ingrediente excepcional para ensaladas o como acompañamiento.
• Cardo mariano: es una planta muy usada para ayudar en los tratamientos de hígado graso. Las hojas secas sirven para hacer una infusión que protegen este órgano y mejoran sus funciones. Se deben consumir tres tazas diarias, con una cucharada del cardo mariano en cada una.
• Diente de león: Es uno de los depurativos más potentes que existe, ayuda a limpiar el hígado y mejorar la salud hepática. Se aconseja consumir tres tazas al día de una infusión hecha con una cucharada de diente de león por cada ¼ litro de agua hirviendo.
• Boldo: es altamente popular esta planta porque sirve para depurar las toxinas y eliminar la grasa de este órgano, facilitando la recuperación. Se puede consumir un té de boldo después de las comidas, también ayuda en la digestión.
• Limón: es para los pacientes que no tienen problemas de sensibilidad o acidez. Añade zumo de limón al té, ensaladas, bebidas y otras preparaciones. Es uno de los limpiadores hepáticos más potentes y ayuda a eliminar las grasas que se acumulan en este órgano.
• Jengibre: algunos estudios han demostrado que el jengibre puede ser de mucha ayuda para tratar el hígado graso, ya que contiene antioxidantes y sirve para reducir los triglicéridos. Realiza un té triturando dos cucharaditas de su raíz y colocando en una taza de agua hirviendo. Deja reposar unos minutos y bebe antes de que se enfríe. También se puede usar rallado en las ensaladas.
• Achicoria: lava y pica un kilo de raíz de achicoria tierna. Pasa por la licuadora, coloca en una cacerola y añade medio kilo de azúcar. Hierve hasta conseguir una consistencia similar a la de un jarabe. Conserva en una botella de vidrio con cierre hermético y bebe una cucharadita por día.
• Toronja o pomelo: es buena para los enfermos de hígado graso debido a uno de sus componentes principales, la naringenina, el cuál activa los químicos responsables de oxidar los ácidos grasos. También sirve para disminuir la grasa del cuerpo y atenuar el síndrome metabólico, dos de los factores que se relacionan a menudo con esta enfermedad
.
• En caso de hígado graso no alcohólico, la solución viene dada por un cambio en los hábitos alimenticios. Es fundamental incluir elementos que depuren el hígado, como infusiones, frutas y verduras