Una de las peores situaciones ante las cuales te puedes enfrentar, es el hecho de ver como tú mejor amigo (o amiga) rompe su relación de pareja con la persona que lo ha acompañado por un tiempo. Es en esos momentos cuando te preguntas:
¿qué papel cumplo aquí?,
¿es mi deber hacer algo o no debo entrometerme ni un poco?,
y si ambos son mis amigos, ¿a quién debo apoyar en el proceso?
Hemos recopilado una serie de consejos psicológicos que pueden ser muy útiles, justo, en momentos como este.
Se trata de un duelo:
En un tu papel como observador, quizás no te das cuenta de que una ruptura de pareja compone por completo un duelo: se ha perdido un lazo fuertísimo que se “blindó” a lo largo de los días; se pierden tiempos emocionales en los que se ha dedicado todo de sí al otro; y dependiendo de las circunstancias de la separación, llegan también las recriminaciones, las frustraciones y en muchas ocasiones el odio y el desprecio.
Es sin duda una época donde la persona siente que no ha sido valorada y que deberá comenzar de nuevo su camino, quizás con más o con menos confianza en sus sentimientos y tal vez siendo más precavida para próximas ocasiones, pero sin duda con un vacío sentimental complejo que debe ser comprendido y no cambiado. Y es allí donde nace nuestro siguiente consejo:
No forzarlo (a) a actuar:
Cada persona reacciona de forma completamente distinta ante diferentes circunstancias. Es así como para algunas es normal estar al día siguiente planeando unas vacaciones para despejar un poco la mente, como también puede ser que alguien cierre las persianas, apague las luces y se encarcele en su habitación esperando que la tristeza (y a veces depresión) transcurra y pueda retomar el control de su vida. Lo importante aquí, es no creerse el mejor de los psicólogos y comenzar a hacer una lista con actividades para que se olvide de lo sucedido.
Recuerda que se trata de un duelo y es importantísimo vivir ese duelo como mejor le parezca para evitar recaídas en el futuro. No obstante, no debes permitir que pasen los días y tu mejor amigo presente conductas destructivas como entregarse al alcohol (o las drogas), abandonar su trabajo o pasar demasiado tiempo en soledad. Este tipo de circunstancias pueden dar pie a todo tipo de adicciones e incluso el suicidio.
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No te metas en trámites legales:
Por nada del mundo comiences a hacer cuentas de una u otra parte en caso de que la separación implique algún tema económico. Debes ser consciente de que ello puede acarrearte problemas de diferente índole tanto con ellos como con otros. Así que deja que ellos solucionen este asunto y concéntrate mejor en ser un apoyo emocional.
Brinda argumentos:
Muchas relaciones terminan yéndose al suelo por cuenta de malos entendidos, falta de comprensión e incluso falta de tiempo. Es por esto que es ideal que te sientes a su lado y le comentes algunas cosas de relevancia y que vayan ala caso que tu hayas podido notar, como por ejemplo algunos cambios en las rutinas que podrían mejorar la situación de cada uno y por ende los lazos que se han formado, o quizás no necesitan separarse sino solo darse algunos días a solas para pensarlo, o tal vez puedas mostrar las fallas que tu amigo ha cometido para que asuma su parte de responsabilidad. Esto solo en casos leves como los mencionados, pero jamás en temas de violencia en cualquiera de sus modalidades.
¿A quién apoyas?:
Es común que al ser tu mejor amigo, tengas una muy buena relación también con la otra parte de la relación, incluso puede suceder que tengas una amistad perfecta con ambos y siempre hayas sido como el “padrino” de la unión y en este momento cuando te separas, no sepas a quién debes visitar más o estar más pendiente de quien. En este caso vale solo una cosa: a quien hayas conocido primero y con quien hayas tenido un encuentro más íntimo: a ese le debes tu lealtad.
Más sin embargo, también es posible estar con la otra persona evitando de forma suprema, hablar del otro, ya que eso te dejará muy mal. Recuerda que tu papel debe ser simplemente de receptor de lo que se tengan que decir y de corrector por sí hay algún tipo de injusticia moral, nunca como juez o abogado de una parte u otra.
Finalmente, deja que tome su camino:
Espera a que él o ella reaccionen, vuelvan a la normalidad y allí puedes hacer planes como salir a conocer nuevas personas o a tomar un trago o lo que sea que les guste hacer, pero deja que sea el afectado quien tome la iniciativa tras sentirse emocionalmente mejor y permite que se adapte a sus nuevas condiciones.