Junto con la mala noticia del cáncer, también encontramos buenas: avances en tratamientos, nuevos métodos de curas, más esperanza de vida… Lo primordial, es tener la actitud adecuada para hacerle frente y combatirlo.
Cuando recibes la noticia que tienes cáncer es normal pensar: “me voy a morir” o “de ésta no salgo”. Estas actitudes son las que hay que desechar para, con la ayuda necesaria, coger fuerzas y prepararse para luchar y ganar.
?Cómo lo afronta el paciente?
A él es a quien le afecta de lleno la enfermedad, el que va a sufrir sus síntomas y el que va a tener que someterse a tratamientos, en ocasiones muy erosivos. Es el que necesita más fuerzas y una actitud completamente positiva.Tiene que aceptar lo que está ocurriendo y expresarlo. Sí, esta enfermo, pero eso no es el fin del mundo. Contarlo y expresarlo lo hará parecer un problema como cualquiera otro.
No hace falta contar a todo el mundo que se padece cáncer, más que nada para evitar sentimientos de lástima, pero las personas de confianza están ahí para apoyarse en ellos.
Es mejor que no se intente pasar por ello uno solo. Se necesitará ayuda para acudir a las sesiones de quimioterapia y es mejor ir acompañado al médico para afrontar tanto buenas, como malas noticias. Un hombro sobre el que desahogarse de vez en cuando no está nada mal.
Probablemente, en los primeros momentos la mente esté saturada pensando en la nueva situación a la que se hace frente pero, es mejor dedicarse a otras cosas: deporte, pintura, cocina… cualquier actividad vale para mantener la mente ocupada y evadirse.
Hay que evitar, en la medida de lo posible, que la enfermedad sea el centro de la vida. Muchas veces no quedará más remedio que pensar en ella por los dolores o los síntomas pero el resto del tiempo, !simplemente hay que dedicarse a vivir!
Aunque en estos momentos la vida se vea negra hay que disfrutar de lo bueno de cada momento: los sobrinos, una tarta, un paseo con la mascota… Disfrutar de lo que se tiene y no olvidar el presente son las claves de una actitud positiva.
Optimismo y valentía, las dos características principales de un enfermo de cáncer. Hasta el último momento hay que pensar que todo va a salir de bien porque, aunque no sea así, ?de qué sirve vivir amargado pensando en el final? La valentía permitirá pasar por lo diferentes tratamientos e, incluso, innovar con los nuevos.
?Cómo lo afronta la familia?
No son los protagonistas pero, son el hombre sobre el que se apoyarán los primeros. Lo ven todo desde fuera y, a veces, la impotencia por no poder hacer nada se convierte en el dueño de sus vidas. ?Lo primordial? Pensar que todo va a salir bien y transmitirle el optimismo al enfermo.Lo primero que se debe hacer es informarse sobre la enfermedad, su diagnóstico y su tratamiento. De esta forma se podrá ser de más ayuda en el caso de acompañarle al médico o a sus sesiones de quimioterapia.
Contactar con un psicólogo puede ayuda a entender las reacciones y preocupaciones más habituales de los enfermos. Además, también servirá para orientarse sobre qué hacer y cómo actuar.
Un comportamiento natural, sin dramatismos ayudará a transmitir tranquilidad y positivismo al enfermo que repercutirá directamente en su ánimo.
Al principio, puede que las personas se encierren en sí mismos. Hay que ayudarle a expresar los sentimientos pero, sin prisas, todo requiere su tiempo. Escucharle y entenderle son dos acciones muy importantes.
No sólo por la cabeza del enfermo pasan mil sensaciones y pensamientos sino que por la de los demás pueden pasar las mismas cosas. Compartirlas puede ayudar a superarlas.
La negación no llega a ninguna parte, lo primordial es la normalización de la situación. Hay que aprender a vivir con algo más en la vida pero, eso no es el centro.
Utiliza el sentido del humor para desdramatizar la situación. Por esta enfermedad pasa mucha gente y, actualmente hay un gran número de curaciones así que, !no es el fin del mundo!
Por último, y más importante, no conviene mentir. Las personas no somos tontas y, si algo no va bien lo sabemos. Es mejor ir de frente y ser directo que tener que ocultar una mentira que, tarde o temprano saldrá a la luz. Se merece conocer la verdad sobre lo que ocurre.
A pesar de estos consejos lo principal cuando se conoce la noticia es permanecer unidos. Será una etapa difícil, tanto para el enfermo como para la gente que le rodea, pero, si se supera, afianzará los lazos entre ambos. !La unión hace la fuerza!