Según estudios sociológicos, más del 70% de la población tiene el cáncer como la enfermedad más temida, por encima de patologías como el sida o el Alzheimer. Esto se debe, según algunos expertos, al desconocimiento que todavía hoy persiste en la sociedad y en la percepción generalizada de que el diagnostico de un cáncer implica normalmente un pronóstico fatal de la enfermedad.
Así, cuando un paciente recibe la noticia de que le ha sido detectado un tumor muchas veces no sabe cómo enfrentarse a la situación, en otras ocasiones son incluso los familiares y seres queridos de este los que no son capaces. Al rescate acude la Psico-Oncología.
La Psico-Oncología
Según la doctora Marta de la Fuente, psico-oncóloga del MD Anderson Cancer Center Madrid, “la Psico-Oncología es una subespecialidad de la oncología, se centra en los aspectos psicológicos y comportamentales del paciente con cáncer. Su objetivo es mantener o recuperar la calidad de vida del paciente y sus familiares (sintomatología física, autonomía, hábitos cotidianos, nivel familiar y social, psicológico-emocional)”.
La dra. De la Fuente añade además que, entre las funciones de la Psico-Oncología se encuentran:
Prevención, promoción de estilos de vida saludable, educación para la salud y detención precoz.
Evaluación clínica de posible sintomatología a nivel cognitivo, fisiológico o motor.
Tratamiento psicológico, proporcionando herramientas para ayudar al paciente a que se ayude a sí mismo.
Apoyo, asesoramiento y formación también al personal sanitario.
Investigación acerca de las necesidades emocionales de los pacientes, factores psicológicos y sociales asociados al cáncer, etc..
El problema es que muchas personas no saben cuándo deben o necesitan acudir a este tipo de terapias para buscar ayuda y mejorar la situación. A esta cuestión la psico-oncóloga opina que “sería recomendable que tanto los pacientes como los familiares acudieran a la consulta de un psico-oncólogo en momentos iniciales, al poco de conocer el diagnóstico, para que conocieran las respuestas emocionales más comunes, normalizar los síntomas y posteriormente hacer prevención”.
Consejos para el paciente
Tal y como explica la doctora, “es difícil dar consejos a una persona recién diagnosticada de cáncer, porque cada uno somos distintos, y no a todos nos ayuda lo mismo”. Sin embargo, sí que recomienda:
Pedir ayuda a un especialista.
Buscar apoyo en familiares y amigos.
No temer a expresar lo que se siente.
Ante preguntas a nivel médico, acudir directamente a su médico de referencia, que evitaran consultar en internet.
Intentar llevar una vida saludable.
Centrar la atención en cuidarse a sí mismo.
Permitirse los momentos de bajón, verlos como un proceso normal.
Por desgracia, en algunas ocasiones la situación es muy difícil y el diagnóstico es el peor que cabría esperar. En estos casos De la Fuente apunta que “se permitan llorar, expresar sus miedos y preocupaciones, que no están solos y que hay mucha gente dispuesta a ayudarles y acompañarles, que intenten marcarse objetivos a corto plazo, que se centren en el día a día, en el presente. El ser humano tiene una altísima capacidad de adaptación ante las situaciones difíciles, y hay una parte muy importante de nuestra felicidad que depende no tanto de la situación que estamos viviendo, sino de como nosotros nos comportemos ante ella. Sé que no es fácil todo lo que acabo de recomendar, pero aquí estamos los psicólogos para proporcionar herramientas y acompañarles en todo momento”.
Consejos para los familiares
“La familia y allegados tienen un papel fundamental en el proceso oncológico, tener un adecuado apoyo social ayuda a superar la enfermedad de una manera más adaptativa y favorece un adecuado manejo de las emociones” recuerda la psico-oncóloga.
Además añade que los familiares y, en general, los seres queridos puede ayudar de muchas formas con pequeños gestos cada día como, por ejemplo, “escuchando, comprendiendo, resolviendo dudas, informando, no mintiendo, siendo cercanos, evitando los juicios morales, adaptándose al paciente, respetando la capacidad de decisión que tiene el paciente, acompañando. Con el simple hecho de estar ahí, de estar presentes, ya están haciendo mucho”.
Consejos para familias con hijos
Además de los consejos apuntados anteriormente, en el terrible caso de que el paciente es un hijo la dra. De la Fuente aconseja “que eviten la sobreprotección, que no caigan en la conspiración del silencio, y que ante todo cuenten con la capacidad de decisión de su hijo, que cuenten con él para las decisiones. Es importante que diferencien 'ser enfermos' y 'estar enfermos', la mayoría de los niños oncológicos refieren que no quieren ser distintos, quieren tener, en la medida de lo posible, las actividades propias de cualquier chico de su edad”.
Puede darse otro caso en estas familias, que sea uno de los padres quienes haya sido diagnosticado de un cáncer. En ese caso, según la psico-oncóloga, “es muy importante ser sinceros, informar y transmitir la información adaptada a la edad del hijo. Es importante que el niño sepa que puede acudir a nosotros cuando tenga alguna pregunta, que se sienta cómodo que confíe en nosotros y tenga la seguridad de que le estamos diciendo la verdad”. Se debe evitar, por tanto, mentir u ocultar información ya que, como apunta la experta, “esto genera mucha desconfianza en ellos, y en muchas ocasiones este sentimiento hace que se imaginen cosas mucho más problemáticas de lo que pudieran ser”. Además aconseja que “si el mismo paciente no es capaz de transmitir la información, que sea otro miembro de la familia o persona muy allegada al niño quien se lo comunique”.
