La compañía de personas tóxicas puede dañar de forma notable nuestra autoestima personal, haciéndonos sentir vulnerables en nuestra confianza. Los comportamientos tóxicos de otras personas nos roban la energía. Sin embargo, las cosas no siempre resultan tan sencillas como cortar el contacto con esa persona ya que puede que estemos trabajando con ella o incluso, puede que nos relacionemos en nuestra propia familia. ¿Cómo afectan las personas tóxicas a nuestra autoestima personal?
Señales de alarma
1. En primer lugar, una persona tóxica tiende a la manipulación en la forma de comunicarse, hace responsables a los demás de sus propias frustraciones internas. De este modo, los demás tienen la sensación de cargar con la culpa de todo. Y lo que es peor, incluso mostrando buenas intenciones y buenos deseos puede que ni siquiera sean tenidos en cuenta ante la incapacidad que tiene una persona tóxica de aceptar las cosas de corazón. Una persona tóxica tiende a ver segundas interpretaciones de todo. Por tanto, al relacionarnos con personas que tienden a la manipulación corremos el riesgo de comprobar cómo su verdad no se ajusta del todo a la objetividad de los hechos.
2. Las personas tóxicas son personas de trato difícil. Por esta razón, cuando intentamos relacionarnos con ellas, tenemos la sensación de no acertar nunca en aquello que hacemos. Tienen un carácter imprevisible que no siempre responde a la relación de causa y efecto.
3. Las personas tóxicas hacen difícil lo sencillo. Tienen reacciones inesperadas ante las que te puedes sentir desbordado. Por esta razón, es muy importante marcar distancia para tomar perspectiva y poner las cosas en su lugar. Y tienen tal fuerza en sus argumentos que puedes sentirte arrastrado por el miedo. Intenta hablar del tema con una persona ajena al conflicto.
4. Todos nos conocemos a nosotros mismos también a través de las observaciones que otra persona hace de nosotros. Sin embargo, el feedback que podemos recibir de parte de una persona que no nos mira con buenos ojos no es agradable. Sin embargo, debemos ser fuertes para no dejarnos condicionar por esa mirada que surge desde el prejuicio y también, desde la rabia para comprender que, nuestro valor no se determina por la opinión ajena. Existe una diferencia entre un comentario positivo y otro dañino. El primero está hecho desde el cariño, el segundo es una especie de dardo envenenado.
Cuidado con las personas tóxicas
Hay que tener cuidado con las personas tóxicas, en primer lugar, para no llegar a imitar este tipo de comportamientos. Y en segundo lugar, porque su influencia produce una huella notable sobre nuestro propio estado de ánimo en forma de contaminación emocional.
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