Dice Victor Frankl que cuando hay una situación que no puedes cambiar, lo que puedes cambiar es tu actitud ante ello, se escucha fácil pero en la realidad es un trabajo interno muy fuerte y en la mayoría de las ocasiones lleva mucho corazón y coraje poder lograrlo.
Cuando se quiere a una persona lo ultimo qué pasa por el corazón es querer lastimarlo o dañarlo, pero hay personas que no les importa y lo primero siempre van a ser ellas mismas, pasan por quien sea con tal de demostrar que son “superiores” y hasta que destruyen son felices y no les importa si son importantes para ellos mismos o no, después actúan como si nada cuando sin que lo puedan comprender siquiera ya han hecho mucho daño. Aquí la persona dañada es la del trabajo emocional, el reconstruir ese daño y sanarlo, la resilencia se hace presente para poder seguir adelante a veces de forma repetitiva. Con tener un propósito claro, se logra, pero hoy el tema no es quien ha sido maltratado.
El tema es lastimar al otro, pero porque no mejor, reflexionar en lo qué pasa internamente, trabajarlo y ser mejor persona para uno mismo y para los demás, lo más fácil es quedarse en la zona de confort, justificando una forma de ser que no va a ser modificada, lo difícil, es hacer el trabajo propio desde el amor, mejorar las relaciones, hacer crecer el agradecimiento, los sentimientos buenos, hacer un gran cambio desde la raíz para lograr ser un mejor ser humano, lleva tiempo, a lo mejor terapia, pero salirse del ego dominante no es fácil pero una vez que se logra todo mejora y se traduce en paz y armonía de forma personal primero y a nivel social después.
Desde el fondo del amor, se puede cambiar el tema, tocando en corazón , en lo más puro se puede tocar el alma del otro .
Se cambia de tema desde la mente hasta lo espiritual, desde los hechos hasta los sueños, esos que se hacen realidad cuando luchas, cuando pones fe y trabajas en ellos, cuando amas y deseas ser mejor par los que te aman, por ti y para ti, así es como puedes lograr ser una mejor versión de ti mismo.
Es bueno pararse frente al espejo y ver un poco más allá del reflejo, preguntarse si lo que se ve fuera del físico es lo que realmente se quiere transmitir, hay que preguntarse si lo que haces, como te comportas, te hace feliz, si como tratas a los demás te gustaría que te trataran, realmente te gusta lo que ves dentro de tu corazón?
Cambiemos el tema de la violencia física y emocional por un verdadero salto a la empatía, el compromiso de ayudar, de comprender, de cuidar, de valorar a quienes te rodean y se puede comenzar fácilmente con una palabra amable, con un te quiero, un abrazo, una disculpa sincera, o un simple “que puedo hacer por ti” expresiones sencillas con un fondo impresionantemente cargado de significado para los demás.
Los grandes cambios comienzan con acciones simples siempre y cuando sean sinceros.
De la profundidad de tus sentimientos se mide tú voluntad real a no dañar más tanto a los demás como a ti mismo.
A los 50 es triste ver como el ego destruye relaciones, lastima, humilla, marca el corazón, pero cambiando el tema de lo negativo y cruel al trabajo del alma con fe y convencimiento, lo mejor de cada persona se puede desarrollar para el bien de todos los involucrados.
Gracias por tu valioso tiempo.