El rizoma de jengibre está indicado en la profilaxis de náuseas y vómitos de la cinetosis (mareos del viaje) y como antiemético postquirúrgico en intervenciones quirúrgicas menores.
Prevención de los síntomas gastrointestinales de las cinetosis.
Resulta ideal para combatir las malas digestiones, acompañadas frecuentemente de náuseas, vómitos, mareos, etc.
También es útil para recobrar el apetito, eliminar gases, en afecciones respiratorias, dolores de muelas y neuralgias.
Tiene la capacidad de estimular la circulación de la sangre, provocar la transpiración, reducir el dolor y los calambres.
Precaución: En dosis altas produce gastritis y su consumo está desaconsejado en caso de úlcera gastroduodenal en periodo activo. No se recomienda durante el embarazo y la lactancia ni en menores de 6 años.
Evitar la indigestión
Tomar una taza de infusión de jengibre tanto en polvo como en fresco, es excelente para purificar el organismo y evitar la indigestión.
Culinario
El jengibre fresco en láminas o rallado se utiliza en platos como el curry, y en polvo, en pasteles y galletas, así como en vino caliente con especias o con melón.
Infusión de jengibre
La infusión de jengibre tiene poderosas propiedades medicinales. Tiene fama de ser un afrodisíaco y puede ayudan a refrescar su aliento. Tiene propiedades fungicidas y antiespasmódicas y puede ayudar a calmar el malestar estomacal al neutralizar los ácidos, beneficiando la digestión.
El jengibre también es reconocido por ayudar a aliviar náuseas, mareos, flatulencia e incluso ayuda a aliviar los dolores musculares.