Esto no va de irse de copas, contar unos chistes magníficos, ser un tío estupendo o conocer el sitio más marchoso de la ciudad. No, no va de eso y además, aquí tampoco voy a contaros el truco para aumentar vuestros amigos en Facebook o en Twitter, sumar "clicks", "me gusta", "retuiteos" o recibir miles de WhatsApps. No voy a hablar de esa amistad digital, virtual o la que está en la nube, porque para mí la amistad plena se vive físicamente, en persona, cara a cara.
Me dicen que porqué tengo tantos amigos y porqué siempre me están regalando cosas y teniendo tantos detalles conmigo, y la verdad es que no lo sé, no creo que haga nada especial para merecérmelo y así se lo digo a ellos. Lógicamente algo debo transmitirles y partiendo de la premisa de que los amigos no se buscan sino que se ganan, os voy a dar mis consejos sobre los factores a tener en cuenta para una buena amistad que, aunque parece que todos los sabemos, nos deberíamos de preguntar si de verdad los practicamos.
Saluda con una sonrisa. ¿A ti no te da alegría ver a un amigo? Si quieres recibir sonrisas, afecto y cariño, ofrece sonrisas, afecto y cariño.
Escúchale, préstale atención. Puede que te esté contando un rollo pero, ¿tú no los cuentas también y te gusta que te presten atención? No hagas lo que no te gusta que te hagan.
Pregúntale e interésate por su vida. Ya sabemos que la tuya es más interesante, pero si es tu amigo le encantará tu interés porque demostrarás tu cariño y que verdaderamente él te importa.
Cuida los detalles. Si sabes que hay ciertas cosas que le gustan, sorpréndele. Si hay ciertas cosas que le disgustan procura apartarlas de su lado.
Infórmate y entérate por otras vías u otros círculos, de su vida, sus problemas, sus alegrías. Hay muchas veces que no quieren mezclarte o agobiarte con sus historias o problemas porque piensan que tú ya tienes bastante con los tuyos. La amistad también es compartir.
Muestra tu sentimiento. Siente de cerca su amistad, sus problemas, sus alegrías, sus éxitos, sus fracasos. Los amigos no son solamente para cuando hace sol, también lo son para los días de tormenta.
Una amistad interesada, no es una amistad. Si solo te arrimas porque vas a conseguir algo, olvídalo ¡No me seas hipócrita!
Contacta con él, pero personalmente o telefónicamente, no digitalmente. Hay cariños que están en la nube pero siempre es mejor el que está en tierra firme, cercano y se siente.
Ayúdale y aconséjale. Tu amistad será solo aparente si no estás dispuesto a ayudar y a aconsejar a quien lo necesite.
Los amigos están en todos los sitios. En la limpieza, en el mantenimiento, en el almacén, en vigilancia, en conserjería, en informática, no solo en el escenario y frente a los luminosos. Hay veces que hay mucha más luz en la oscuridad que frente a los focos.
Muchas veces no nos acercamos a alguien porque nos hemos creado una falsa imagen de él. No dejes que te cuenten, averigua tú antes de sacar conclusiones precipitadas. ¿Crees que es así o sabes que es así?
En mi experiencia personal, en el trabajo, en la calle, hay mucha gente que me saluda afectuosamente y algunas veces me da vergüenza porque no sé su nombre o no me acuerdo. Enseguida busco a alguien que me lo recuerde. No hay nada más afable como saludar a alguien por su nombre.
No olvides dónde está la verdadera riqueza. El podio de los triunfadores también en la amistad.