Nos hemos alejado tanto de la naturaleza que la hemos convertido en un simple objeto de consumo pensando que no tiene vida ni inteligencia, hemos pensado que un kg. de tomates es solo unos cuantos tomates pesados en una balanza.
Pero no, para llegar a este momento de tener unos maravillosos tomates en la mano la naturaleza ha necesitado conjugar varios elementos tan sencillos y tan alcance de nuestra mano que hasta puede sorprendernos.
Y lo mejor de todo es que ella solita lo consigue, y como mucho necesitará de nuestro apoyo en algún momento determinado, pero la naturaleza puede hacerlo porque está sobradamente preparada. Sorprendente, ¿no?
En un bosque las plantas crecen solas sin la intervención humana, ellas mismas se autoregulan, y siguen sus ciclos vitales. Si las hortalizas son plantas vivas ¿qué necesitan para crecer y vivir? Muy sencillo, necesitan sol, agua y los nutrientes del suelo, o sea la tierra.
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Nuestras hortalizas encuentran en la tierra una gran variedad de nutrientes, nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio y azufre, pero también micronutrientes y oligoelementos, todos ellos importantísimos para una buena alimentación de nuestras plantas.
Un desequilibrio tanto de carencia o exceso en cualquiera de ellos puede provocar una enfermedad o hacer que nuestras hortalizas sean más vulnerables a una plaga.
Por lo tanto una tierra sana y fértil, en la que no se han utilizado pesticidas ni abonos químicos será el mejor sustrato para nuestras hortalizas.
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Pero no es suficiente con que las hortalizas absorban los nutrientes del suelo, además necesitan la ayuda de dos compañeros indispensables, el sol y el agua.
Las hortalizas están constituidas en un 80% de agua, solo por esto ya podemos intuir la importancia del agua para su superviviencia, pero las hortalizas necesitan sobre todo hidratos de carbono para alimentarse, y el agua, además de transportar nutrientes de la tierra, también contiene moléculas de hidrógeno con las que las hortalizas fabricaran sus hidratos de carbono, por eso es fundamental el riego para nuestro huerto, porque el agua también es el alimento de nuestro huerto.
Pero para que se pueda completar el ciclo de la alimentación es necesaria la energía del sol, que junto con el agua y los nutrientes del suelo hace que la planta obtenga sus hidratos de carbono, el sol por lo tanto es un elemento indispensable.
Además nuestras hortalizas necesitarán al menos entre 6 y 8 horas de sol , aunque con menos horas hay algunas hortalizas que se pueden cultivar.
Nuestras hortalizas son organismos vivos y complejos, yo diría que admirables y a los que tenemos que respetar y cuidar, son nuestro alimento y si están sanos nos transmitirán todos sus nutrientes.
Ya sabéis, un sustrato fértil, cuidar el riego y sol es lo único que necesitamos para tener un buen huerto.
CULTIVA TU CORAZON VERDE.
NO TE PIERDAS EL PLACER DE TENER UN HUERTO EN CASA.
BUENA COSECHA A TODOS ¡¡¡