En nuestra sociedad, la vida en pareja es una de las formas de vida más escogida. De hecho, cuando somos jóvenes nos es muy complicado imaginarnos un futuro individual. Más bien tendemos a pensar que pasaremos nuestra vida al lado de otra persona: realizaremos actividades de ocio y disfrute juntos, buscaremos un alquiler o compraremos un hogar donde compartir las responsabilidades como adultos (tareas domésticas, facturas, trabajo etc.) y formaremos, si es el deseo, una familia. En el artículo de hoy veremos cómo son los nuevos modelos a y 5 trucos que damos en consulta para terapia de pareja.
Nuevos modelos de pareja
El concepto de pareja y las múltiples formas de vincularnos está en un cambio constante. Por ejemplo, en la actualidad, y desde hace algún tiempo, es muy frecuente oír hablar de relaciones abiertas o poliamor, aunque todavía, la relación de pareja monógama es la más predominante. También hemos empezado a ver parejas donde ambas personas provienen de relaciones anteriores de las que tiene hijas e hijos, o parejas que siguen conviviendo sin mantener una relación amorosa, por motivos económicos o por miedo a emprender una nueva vida sin esa persona.Por suerte, ya no nos encontramos ante un modelo de pareja inamovible, del estilo “para toda la vida”. Ahora, las personas nos vinculamos, establecemos relaciones de pareja y, si no funciona, tenemos mayor libertad para finalizar y continuar nuestro camino. En las últimas décadas, es común haber tenido varias parejas a lo largo de la vida, y, por ende, varias separaciones. Parece que el bienestar y el saber quererse bien están logrando imponerse al compromiso eterno y la imposibilidad de abandonar relaciones donde no somos felices.
Factores que influyen en la relación
Aunque el motivo más frecuente para continuar la relación, o no, es seguir queriendo a esa persona, no puede ni debe ser el único motivo. Es obvio que querer a alguien es básico para seguir en la relación, sin embargo, no suficiente, pues los aspectos que permiten que una relación funcione son múltiples y son complejos. Que una relación de pareja se mantenga depende de numerosos factores:El modelo de pareja que cada persona desarrolla en su imaginario
Los valores de vida aprendidos
Los aprendizajes de modelos de pareja en la familia
Las diferencias culturales
Expectativas de roles de género
Relaciones con la familia de origen
Estoy mal con mi pareja, ¿debemos acabar la relación?
Debido a esta cantidad de factores descritos anteriormente y que se ponen en juego, junto con la intervención que puede realizarse en ellos, cuando una relación no está funcionando como nos gustaría, es licito plantearse poder reestructurarla. Para ello hay dos opciones:
Podemos crear un nuevo modelo que nos permita seguir con la persona que queremos.
Darnos cuenta de que la relación ha llegado su fin, que debemos separarnos y seguir la nuestra vida sin ese vínculo. Acabar la relación generalmente es un proceso doloroso, sino para ambos miembros de la pareja, si para uno de ellos, por ello aprender a elaborar un buen duelo de pareja en la ruptura es también un aspecto importante de la misma.
Creando un nuevo modelo; nueva oportunidad a la relación
Si la decisión es apostar por la relación y emprender el camino del cambio, debemos entender que esto requerirá tiempo y esfuerzo, tanto de forma individual como de la pareja. Conseguir resultados dependerá de ambas personas, aunque en un primer momento pueda parecer que solo es alguien quien tiene la responsabilidad del cambio. La pareja se nutre de las interacciones de ambos miembros, es decir, lo que uno hace repercute en la respuesta del otro, y esta a su vez en como seguimos actuando, ya sea en un momento concreto o en el camino de nuestra relación. El compromiso de cambio y la motivación para ello son aspectos fundamentales que deben estar presente en ambos miembros de la pareja para que la terapia pueda funcionar.5 trucos de terapia de pareja
¿Y si decido apostar por la relación? ¿Cómo puedo empezar el cambio? ¿Qué aspectos podría mejorar?Estas son algunas de las preguntas que podemos plantearnos si nuestra relación debe mejorar o tenemos dudas de seguir con ella. Aunque estas no son preguntas con respuestas concretas, a continuación, se describen algunos pilares fundamentales para conseguir una relación de pareja satisfactoria, y algunas formas de mejorarlos.
1. Afecto en la pareja
Consiste en la expresión más emocional que podemos encontrar en la pareja, y engloba:Afectos positivos (gestos de cariño, reconocimiento de la valía de la otra persona, aconsejar, apoyar los objetivos vitales del otro, reconocer los aspectos positivos o entender que podemos cometer errores)
Afectos negativos (criticas reiteradas, desprecio, indiferencia, actitud de defensa ante conflictos o poca capacidad de autocrítica). A veces, el intercambio de afectos negativos en la pareja supera con crecer el de afectos positivos, ya sea por ambos miembros o por uno de los dos. En este sentido, es importante hacer que los intercambios positivos superen los negativos.
2. Creencias y expectativas
Aquí se ponen en juego las creencias y expectativas que tenemos sobre la pareja y nuestra pareja. Algunas de las creencias que debemos reconocer y ajustar a otras que permitan el cambio son:Sacar conclusiones sin saber cual es la realidad (ej. Ha llegado tarde, seguro que estaba con otra persona.
Adivinación del pensamiento del futuro: para qué le voy a proponer que salgamos si va a decirme que no; no entiendo porque no se da cuenta de que necesito un abrazo.
Pensamiento dicotómico: No hace nada bien, siempre está quejándose, nunca va a cambiar…
Etiquetar a la persona: Eres un desastre, eres muy simple, eres irascible…
Visión de túnel: No vamos a cambiar, esto no va a salir bien
3. La comunicación
Esta faceta abarca múltiples variables: qué comunicamos, cuando lo hacemos, donde lo hacemos, que intención tenemos en la propia comunicación, y la comunicación no verbal de la misma (el tono, la gesticulación, el contacto ocular, etc.). Podemos y debemos aprender a comunicar tantos los aspectos que nos gustan de la relación como lo que nos hacen daños, siempre asumiendo nuestra propia responsabilidad en ellos, y con el objetivo de centrarnos en como mejorarlos. Aquí es clave entender la realidad para cada persona fomentando la empatía y la asertividad.4. Acuerdos y desacuerdos
Este es uno de los aspectos troncales de la relación de pareja. Cuando encontramos múltiples desacuerdos en objetivos vitales, el proyecto vital de la pareja, decisiones del día a día o problemas en las relaciones con la familia del otro miembro, es frecuente que el balance global de la relación no sea positivo. Es necesario tomarse el tiempo de entender que necesita cada persona y cuanto está dispuesta a flexibilizarse para llegar a acuerdos que permitan un avance conjunto en la vida de ambos miembros.5. Sexualidad
En este caso, las dimensiones que pueden están generando conflicto, y debemos reestructurar para que ambas personas puedan tener una sexualidad plena y satisfactoria son:Frecuencia y duración de las prácticas sexuales
El tipo de prácticas que se llevan a cabo
La comunicación sobre la sexualidad fuera y dentro del acto en sí
Fantasías, deseos y limites en las diferentes practicas
Como realizar practicas sexuales si existe algún problema de salud que afecte directamente a los órganos sexuales o la capacidad de sentir placer
Asegurarse de tener intimidad suficiente para poder realizar las practicas
Aumentar el deseo con recursos (libros, audios, fotografías, espejos, juguetes sexuales, etc.)
Expectativas y creencias sobre la sexualidad en pareja
Como podemos observar, para que una relación de pareja funcione no solo basta el amor. Y aunque no existe una fórmula exacta o mágica para construir una relación, si se sabe que podemos mejorar y como podemos hacerlo. Quizás, una de las cuestiones más importantes para emprender una terapia de pareja, es no esperar a sentir que todo está perdido, o que ya es irrecuperable. Ir poniendo conciencia en nuestros vínculos, que nos hace feliz y que nos daña es una cuestión clave para el autocuidado y el cuidado de la pareja.
El amor no se encuentra, el amor se construye.