Si mantenerse hidratado es esencial en cualquier temporada del año, todavía resulta más importante hacerlo en verano, pues en esta época perdemos más cantidad de líquido debido al calor.
Si quieres aprender a beber líquidos de una manera sencilla y divertida para tus papilas gustativas, en las próximas líneas te proponemos varios tipos de aguas saborizadas y aromatizadas caseras que serán tu principal aliado frente a la deshidratación.
Por si no lo sabías, el agua es el mayor componente presente en nuestro organismo, pues un aproximadamente un 60% de nuestro peso es agua.
Beber suficiente agua es muy importante para nuestro cuerpo por varios motivos:
Ayuda a eliminar toxinas y a depurar nuestro organismo mediante la orina y el sudor.
Contribuye al buen funcionamiento del tránsito intestinal y mejora nuestras digestiones.
Lubrica nuestras articulaciones y retrasa el envejecimiento.
Ayuda a regular la temperatura corporal.
Es fundamental para que nuestra sangre fluya correctamente.
Influye directamente en la hidratación de nuestras células y tejidos.
Se encarga del transporte de nutrientes y oxígeno en nuestro organismo.
Ayuda a fortalecer nuestro sistema inmunológico.
Debes conocer que beber otro tipo de líquidos como las bebidas energéticas, el café o los refrescos no sustituyen al agua en ningún caso. De hecho, muchas de estas bebidas nos suelen causar más sed, ya que tienen un efecto de deshidratación en nuestro cuerpo. Por eso, si quieres descubrir algunas maneras diferentes para beber agua, en caso de que el sabor del agua pura te resulte poco apetecible, a continuación te presentaremos varias propuestas de agua con frutas, popularmente conocida como agua con sabor.
1. Agua de limón: receta
A continuación te enseñaremos cómo preparar agua de limón (no confundir con limonada). Probablemente, el agua con sabor de limón sea uno de los tipos de agua saborizada más populares y conocidos por todos.
Además de hidratarte, el agua de limón te aportará vitamina C. ¡Todo ventajas!
Ingredientes
Limón, agua y hierbabuena.
Elaboración
Llena 3/4 de una jarra grande con agua.
Corta un limón en rodajas de aproximadamente 1 cm de grosor.
Introduce las rodajas de limón en la jarra y enfría en el frigorífico durante, al menos, 6 horas. Este agua se debe consumir bien fresquita.
También puedes exprimir el zumo de medio limón (adicional) en el interior de la jarra para que el agua de limón tenga más sabor.
Opcionalmente
En caso de que el agua te resulte demasiado ácida, puedes añadirle un par de cucharadas de azúcar moreno y/o unas hojitas de hierbabuena o menta. También puedes introducir unas rodajitas de lima o de naranja.
2. Agua de sandía
Dada la temporalidad de esta fruta, te recomendamos preparar este agua de sandía en época veraniega. Se trata de una de nuestras aguas de sabores favoritas, debido a la combinación de ingredientes que utilizaremos para su elaboración.
Además, te puedes comer la sandía una vez hayas terminado de beberte el agua. ¡Delicioso!
Ingredientes
Sandía, agua, pepino y menta.
Elaboración
Corta varias rodajas de sandía e introdúcelas en una jarra que llenaremos de agua a la mitad. Puedes echar las rodajas de sandía enteras o cortándole la corteza (que a veces puede aportar un pelín de amargor al agua).
Pela un pepino y corta 4-5 rodajas finas. Introdúcelas también en la jarra de agua.
Por último, añade unas hojitas de menta picadas.
También puedes añadir unos cubitos de hielo para acelerar el proceso de enfriamiento de este agua de frutas.
Por último, no te olvides de colar este agua antes de servirlo, ya que puede tener pepitas de la sandía u algún otro tropezón con el que podemos atragantarnos si no lo esperamos encontrar en la bebida.
Opcionalmente
También podemos añadir otras frutas que combinan a la perfección con este agua como el melón.
3. Agua de fresa
Aquí nos encontramos ante otro agua refrescante y saludable. Dado el rico e identificable sabor de esta fruta, el agua de fresas ¡es el agua de frutas preferido de los niños!
Precisamente por ello, podemos utilizar esta agua para que los más pequeños de la casa estén hidratados en verano y tomen esta bebida sin rechistar durante sus vacaciones, ya que es muy ligera y sabrosa.
Ingredientes
Fresas, agua y menta.
Elaboración
Comenzamos lavando una parte de las fresas (aproximadamente 10 unidades) y quitándoles el rabito. Partimos cada fresa en cuatro trozos.
Llenamos la mitad de la jarra de agua e incorporamos aquí las fresas que hemos partido en el paso anterior.
Agregamos unas hojitas de menta cortazas a la jarra.
Trituramos unas 5 fresas, colamos el zumo resultante y lo añadimos a la jarra.
Dejamos macerar nuestro agua durante, al menos, 8 horas.
Colamos el agua antes de servirlo, para eliminar las pepitas u otras impurezas que nos podamos encontrar.
Opcionalmente
Otras de las frutas que también podemos añadir a este agua con sabores son los arándanos, las frambuesas o las cerezas.
4. Agua de manzana
Ahora te presentamos otra de las aguas saborizadas caseras que más preparamos en casa y que más nos gustan, tanto a los adultos como a los niños. De hecho, no nos cansamos de hacer todas las variedades que podemos de agua con manzana la combinamos con otros ingredientes. A continuación vamos a compartir contigo nuestra preferida.
Ingredientes
Manzana, ramita de canela y agua.
Elaboración
Cortamos dos manzanas en trocitos. Si no nos gusta la cascara, podemos pelarla previamente antes de cortarla.
Llenamos la mitad de una jarra con agua y echamos los trocitos de manzana y la ramita de canela partida a la mitad.
Dejamos que el agua macere en el frigorífico durante una noche entera.
Opcionalmente
Si queremos que este agua refrescante tenga más sabor, podemos añadir otros ingredientes como melocotón o rodajitas de naranja.
5. Agua saborizada de piña y jengibre
Esta última receta de agua de frutas te encantará, ya que es muy simple y sencilla pero deliciosa. Su sabor te atrapará desde el momento en el que la pruebes. Eso sí, te recomendamos que no te pases con el jengibre, ya que te puedes pasar con el picante.
Ingredientes
Rodajas de piña pelada, agua y jengibre (un trocito muy muy pequeño).
Elaboración
Pela la piña y corta 4 rodajas de aproximadamente 1 cm de grosor.
Corta un trocito de jengibre como la punta de un dedo, pélalo.
Llena una jarra de agua a la mitad y añade las 4 rodajas de piña y el jengibre. Echa unos cubitos de hielo para que se enfríe rápidamente, ya que este tipo de agua hay que probarlo muy muy frío.
Deja reposar de 4-6 horas antes de consumirlo. No obstante, estará más rico al día siguiente.
¿Qué te han parecido estas propuestas de agua de frutas? ¿Ya has escogido tu favorita? No olvides que puedes hacer todas las combinaciones de frutas, verduras y hierbas aromáticas que desees. ¡Ah! Y si tienes una receta deliciosa, no dudes en compartirla con todos nosotros en el hilo de comentarios de este post.
¡Bon appétit!