En primer lugar, es mejor si no estás muy pendiente de la moda a la hora de acudir a la clase de yoga, lo más conveniente es llevar ropa cómoda que te permita moverte con libertad y sudar. Lleva también una botella de agua, una toalla y una muda de ropa. La colchoneta para los ejercicios puede alquilarse en casi cualquier gimnasio o estudio de yoga.
Cuando es la primera vez que hacemos este ejercicio nuestra mente va a toda marcha, pensando e intentando no parecer estúpido o principiante en la clase. ¡Cálmate! No es una cuestión de vida o muerte, se trata simplemente de ejercicio para relajarnos y tonificar nuestros músculos.
Aquí hay tres pasos simples para hacer de tu primera clase de yoga una experiencia positiva.
1. Respira.
Este es un de los ejes de cualquier clase de yoga. Aprender a mantener un aliento regular incluso a través de la nariz puede ser un reto no sólo para los principiantes. Dependiendo del tipo de clase en que te inscribas, habrá una mezcla de movimientos lentos y suaves, así como algunos más exigentes. Antes de que te des cuenta, te has estado moviendo sin parar durante 20 minutos y tu cuerpo ya comenzó a calentarse. Al ser consciente de tu respiración. Si no logras realizar satisfactoriamente una pose, siempre hay una opción más fácil (y menos técnica) o simplemente puedes parar, respirar y disfrutar del silencio. Nadie te va a juzgar.
2. Escuchar a la maestra/maestro.
La primera clase de yoga siempre es difícil, y un caso muy común es recurrir a la copia de las personas que practican alrededor nuestro. Esto puede ser potencialmente peligroso, porque la persona en frente de nosotros puede tener mucha más experiencia y puede realizar movimientos que para nosotros son imposibles. Por otro lado, la persona que elijas para imitar puede tener una lesión y termina haciendo algo que no es apropiada para nosotros.
Imitar a la gente que tenemos cerca puede servir de guía, pero sólo en una última instancia, el maestro dará las señales propias de cada postura de una forma mucha más didáctica, que se grabará de una mejor forma en nuestra mente. Interpreta las palabras del maestro como una lista y mantente lo más fiel a la lista como sea posible.
3. Obsérvate a sí mismo.
Por lo general nuestras primeras impresiones no van a ser buenas. Sobre todo si estamos acostumbrados a una vida sedentaria, y no logramos efectuar las posturas adecuadamente
Cuando llegues a tu primera clase de yoga, analiza el tipo de pensamientos que circulan tu cabeza. Toma nota de cómo te hablas a ti mismo. Puedes llegar a sorprenderte de cuán cruel eres contigo mismo. El silencio de una clase de yoga es un telón de fondo increíble para descubrir el tipo de diálogo interior que desarrollamos. Aprovecha esta oportunidad para observarse a ti mismo. Seguramente te sorprendas de lo que encuentres.
Antes de que te des cuenta, tu primera clase termina. Vas a tener muchos recuerdos graciosos, y con suerte muchas ganas de ir a tu segunda clase. La semilla de una práctica regular del yoga acaba de ser sembrada.
Puedes seguir leyendo más consejos en el blog: 10 consejos prácticos en tu primera clase de yoga