¿Te imaginas que simplemente poniéndote unas velas en los oídos puedas conseguir, por ejemplo, relajarte, aliviar esa congestión nasal, ese dolor de cabeza o ese dolor y taponamiento en los oídos?
El uso de velas o de calor en los oídos con fines terapeúticos es bastante antiguo. Se han encontrado murales y representaciones de este uso con más de 3000 años de antigüedad.
Es increible que una práctica tan antigua sea en general tan poco conocida en nuestro país, por una parte como alivio de muchos malestares, y por otra, porque muchas persona que sí conocen las velas las utilizan para fines que en realidad no son los de las velas, como limpiar los oídos de tapones de cera.
Una de las sociedades más conocidas que utilizaban estas velas en los oídos fueron los indios Hopi, que vivían por la zona de Arizona en Estados Unidos, las utilizaban como parte de sus rituales de sanación.
Hopi significa pacífico y este significado representó la forma de vida de este pueblo, que disfrutaba de un gran conocimiento sanador y espiritual.
Una empresa alemana, Biosun, comenzó por los años 80 del siglo XX a fabricar las velas que utilizaban los indios Hopi, respetando tanto la forma artesanal de fabricación como los ingredientes naturales que utilizaban. A partir de entonces, el uso de las velas a nivel terapeútico se extendió por muchos países europeos.
¿Cómo funcionan realmente estas velas óticas y qué beneficios ofrecen?
La vela funciona a modo de chimenea, y el movimiento de la flama crea una vibración del vapor circulante impregnado de los ingredientes de la vela, que genera un efecto masajeante sobre la membrana timpánica y que ayuda a equilibrar la presión interna de la zona de cabeza y cuello.
El objetivo principal de las velas es equilibrar esta presión interna, por lo que cualquier problema que altere esta presión interna va a verse beneficiado con el uso de las velas, y un posterior masaje y drenaje de estas zonas potenciará aún más este beneficio.
La presión interna en la zona de la cabeza se ve afectada cuando estamos resfriados, estresados, tenemos sinusitis o procesos alérgicos que nos cargan los senos paranasales o taponan la nariz, nos duele la cabeza por cansancio o tensión mental, padecemos vértigos, mareos,…
Los ingredientes de estas velas deben ser naturales, al fin y al cabo las usamos en el oído que es una estructura muy delicada. De hecho se dice que no hay que introducir nada en el oído que sea más pequeño que el codo, o sea, no introducir nada. Así que cuidado con los bastoncitos de algodón que se suelen utilizar en los oídos, y mucho menos lo que hacen algunas personas que se meten en el oído ¡hasta horquillas del pelo o palillos!
En el mercado hay ahora muchos tipos de velas, tanto en forma de cilindro como en forma de cono. Lo importante es la calidad de los ingredientes, no la forma, y desgraciadamente muchas de estas velas están hechas con parafina.
Personalmente sólo utilizo las velas Hopi porque confío en la calidad de sus ingredientes: una estructura con tejido de algodón libre de pesticidas, cera pura de abeja, miel, propóleo, y esencias como la salvia, hipérico y camomila. Desde hace unos años también se encuentran con lavanda, menta, limón, eucalipto, pino, geranio, ylang ylang o tomillo.
Por tanto, se añade el efecto de la aromaterapia a los efectos del calor y el masaje.
Muchas condiciones o alteraciones pueden verse beneficiadas con el uso de las velas Hopi, algunas de ellas son:
Sinusitis, rinitis, faringitis
Congestión nasal
Dolor o taponamiento de los oídos por buceo, viaje en avión, etc.
Apnea del sueño y ronquidos
Mareos, vértigos y náuseas por problemas del vestíbulo
Tendencia a crear exceso de cerumen – tapones en los oídos
Otitis
Cefaleas y migrañas
Acúfenos or Tinnitus
Estrés, tensión mental
Neuralgia del Trigémino y Facial
Disminución del sentido del olfato
Disfunción de la articulación témporo-mandibular
Alteración del sistema circulatorio y linfático de la zona
Tensión muscular en la zona del cuello
Hay situaciones donde no es aconsejable su uso, como perforación de tímpano, fiebre alta o alergia a alguno de sus componentes. En caso de duda sobre su uso ante alteraciones que afecten a la zona de cabeza y cuello, es mejor consultar antes con un profesional de esta terapia.
Durante años se ha extendido la creencia que la función de las velas es limpiar los oídos, quitando tapones de cera.
Esta creencia se basa en el hecho de que en el trozo de vela que queda sin quemar normalmente aparece un polvo amarillento o piedrecitas que parecerían provenir del cerumen que se crea en el conducto externo del oído, pero en realidad provienen de los ingredientes de la vela.
Un uso regular de la vela ayudará a que no se formen tapones, pero si ya hay un tapón de cera grande se necesitarán otros medios para deshacerlo.
Las recetas caseras más comunes para deshacer los tapones de cera de los oídos son principalmente el agua oxigenada y el aceite de oliva. Pones unas gotas en el oído, intentando que el líquido no esté frío – puedes calentarlo con tus manos unos minutos previamente – lo aplicas con un gotero y lo dejas actuar unos minutos. Es muy posible que con el agua oxigenada escuches unos burbujeos en los oídos, esto es normal.
Estos remedios caseros ayudarán a deshacer el tapón, y posiblemente tengas que ir al médico o al otorrino para que extraiga los trocitos de cera. Cuando el tapón es pequeño o se deshace con facilidad, te puedes encontrar que los trocitos de cera salen solos. Por ejemplo, el simple acto de comer va moviendo hacia el exterior estos trocitos.
La velas pueden utilizarse desde niños hasta ancianos. Yo las he utilizado en niños de 2 años, lo principal es que la persona no se mueva mientras se las estás aplicando, y esto es lo que puede dificultar su uso en los niños.
He leído en algunas webs críticas sobre el uso de velas en los oídos, indican que es perjudicial para el oído. No sé en qué se basan estas críticas. Yo llevo muchos años utilizándolas, además de haber impartido muchos talleres de cómo utilizarlas a nivel terapéutico y jamás he tenido o he oído que alguien haya tenido algún problema; al contrario, nunca deja de impresionarme los increibles efectos que pueden llegar a tener.
Así que si deseas aprender más sobre el uso de las velas, cómo aplicarlas con seguridad, cómo aprender a reforzar sus beneficios con un posterior masaje aurículo-facial, cómo entender el lenguaje de las velas, etc.; te invito a inscribirte al próximo taller presencial que ofreceré en Alicante el próximo sábado 11 de junio, y en Archena (Murcia), el domingo 12 de junio, de 9.30 a 14.00 horas.
Y si no puedes atender el taller, puedes realizarlo online. El siguiente enlace te ofrece más información de cómo adquirir los vídeos y el manual del taller.
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