Por ello, desde hace bastante tiempo, la ciencia viene investigando en el terreno de la fertilidad, habiéndose conseguido técnicas que dan a los padres la posibilidad de concebir ese hijo tan ansiado. La fecundación in vitro es una de las más importantes.
El milagro de la ciencia
Tras largas investigaciones, en 1978 se consiguió en Inglaterra el primer nacimiento de una niña mediante la fecundación in vitro, que abrió las esperanzas de miles de parejas que veían cómo les era imposible engendrar un bebé. Louise Brown, era el nombre de este primer 'bebé probeta', que se convirtió en un referente. En poco tiempo, esta técnica se fue extendiendo al resto del mundo, "llegando en 1992 el primer alumbramiento de un niño español utilizando este procedimiento", apunta Alfonso de la Fuente Hernández, director médico del Instituto Europeo de Fertilidad.Este tipo de fecundación, según describe el experto, "se basa en la unión de los gametos masculino y femenino (espermatozoide y óvulo) en el laboratorio". Para conseguir un mayor éxito "se estimulan los ovarios mediante un tratamiento farmacológico que permitirá extraer el número de óvulos suficiente para garantizar unos buenos resultados", añade el doctor. Tras esto, "los óvulos serán inseminados con los espermatozoides en el laboratorio, para que, posteriormente, los embriones que se desarrollen sean transferidos al interior del útero, habitualmente un máximo de dos", sentencia de la Fuente.
La edad, un condicionante
Actualmente, apunta el especialista, se calcula que, en España, "entre el 12% y el 15% de las parejas en edad fértil presenta algún tipo de problema reproductivo", lo que explica que, en los últimos años, haya aumentado considerablemente el número de personas que se someten a una técnica de reproducción asistida. La principal causa de este incremento, es la tardía edad en la que se decide acceder a la paternidad.Sin embargo, la fecundación in vitro tiene sus límites en cuanto a éxito, siendo mucho más difícil obtener resultados en mujeres de más de 40 años. No obstante, este tratamiento se erige como una opción muy esperanzadora, siendo los principales benefactores "aquellas féminas con alteraciones en las trompas de Falopio o endometriosis, y los varones cuyo esperma presenta un bajo recuento y movilidad", asegura el experto. Además, "las indicaciones de esta técnica se han ampliado gracias a otras técnicas como el diagnóstico genético preimplantacional o la donación de óvulos", agrega el doctor.
¿Por qué elegir esta técnica?
Cuando se acude a un especialista en fertilidad en busca de una solución a los problemas de concepción, se ofrecen varias opciones. Elegir una u otra dependerá del historial del paciente y del problema que origine la infertilidad. Pero, hablando de esta técnica, Alfonso de la Fuente asegura que "el porcentaje de éxito ronda el 45%, siendo una de las técnicas más eficaces".Otros aspectos que podrían hacer que la fecundación in vitro sea más ventajosa, es el hecho de que "permite observar todos los procesos directamente desde el microscopio y que su valía no se ve afectada por el estado de algunas de las partes del aparato reproductor femenino que son imprescindibles en un embarazo normal", sentencia el especialista en fertilidad.
Como desventajas, el doctor advierte que "el tratamiento es mucho más complejo y la mujer debe someterse a un tratamiento farmacológico, por lo que supone una mayor dedicación en el tiempo que, por ejemplo, con la inseminación artificial". Asimismo, precisa de "un seguimiento más estrecho del proceso del tratamiento con el fin de evitar una respuesta excesiva a la estimulación. Además, para poder extraer los óvulos, es necesario realizar una punción de los ovarios, bajo sedación anestésica", lo que puede resultar incómodo, puntualiza de la Fuente.
Sea como sea, técnicas como ésta hacen que muchas parejas puedan conseguir tener una familia, por lo que los esfuerzos merecerán la pena si el resultado es satisfactorio.