La entrada de hoy va a ser algo diferente, ya que en redes sociales os ha parecido buena idea un tutorial sobre cómo hacer aceite de romero, así que eso es lo que vamos a ver hoy, así descansamos un poco del ganchillo y aprovechamos para hacer algo diferente con las manos. Algunos sabréis que, entre otras cosas, soy naturópata (aunque no me dedique al 100% a ello en estos momentos), por lo que en mi día a día están muy presentes las plantas y sus propiedades, y del mismo modo me gusta darlas a conocer, porque creo que este conocimiento debe compartirse, es salud!
En primer lugar, conozcamos un poco sobre el romero:
- Es una planta mediterránea (por aquí crece por todas partes, lo que es genial)
- Favorece la digestión
- Beneficioso para prevenir enfermedades hepáticas y para depurar el hígado.
- Ayuda a disminuir el colesterol.
- Antiinflamatorio
- Ayuda a mejorar la circulación.
- Combate el virus del herpes
- Tiene propiedades bactericidas
- Mejora la dermatitis seborreica.
- Estimula el sistema nervioso.
Como veis es un arbusto con una gran cantidad de bondades, sólo hay que tener en cuenta que según lo que queramos del romero deberemos prepararlo de una forma u otra. El romero puede ser tomado en infusión (vigilando con las cantidades), o bien hacer tinturas, pomadas, aceites o tónicos. Pero hoy nos vamos a parar sólo en el aceite.
El aceite de romero es muy fácil de hacer, pero muy lento, así que si estábais pensando en utilizarlo inmediatamente, me temo que tendréis que esperar por lo menos un mes.
Y como es aceite lo que vamos a hacer, nos vamos a basar en su propiedad antiinflamatoria, con lo que podréis tratar torceduras, golpes, esguinces, dolores musculares, hinchazón por mala circulación, etc, aplicándolo con un masaje en la zona afectada.
Vamos a necesitar:
- Romero (todo el que queráis)
- Aceite vegetal (para mi el mejor para uso tópico es el de almendras porque es menos graso y con menos olor, pero si sois alérgicos o no tenéis a mano, podéis utilizar de coco, de oliva, de girasol, etc)
- Bote de cristal (lo más hermético posible)
Aceite de romero (sólo uso externo). Paso a paso.
Lavamos bien el romero.
No es obligatorio pero sí es mejor dejar secar un poco el romero para hacer el preparado.
Colocaremos todas las ramitas de romero que nos quepan dentro del frasco. No hace falta defoliarlo, podemos meter la ramita entera.
A continuación llenaremos el frasco de aceite, dejando por lo menos dos o tres dedos antes de llegar al borde (es nos permitirá ir removiendo el contenido).
Cerramos el frasco y agitamos bien.
Lo dejaremos en un lugar donde le dé el sol (siempre que sea posible) durante 30 o 40 días, acordándonos de agitarlo todos los días.
Pasado ese tiempo lo colamos bien y ya lo tenemos listo para usar.
BONUS COCINA
Si queréis un rico aceite para aderezar vuestras ensaladas probad a introducir una ramita de romero en la aceitera habitual (con aceite de oliva virgen extra claro!!).
Y hasta aquí el post de hoy, que, aunque algo diferente, espero que os haya gustado y le saquéis mucho partido. Y si queréis más tutoriales como estos de vez en cuando, sólo tenéis que decirlo!
Un abrazo!!!