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El veterinario, Antonio Folch, del Centro Médico Veterinario Pío 109, nos habla en esta entrevista sobre las principales enfermedades que nos pueden transmitir los animales y se centra en algunas más comunes. En esta segunda parte conoceremos el quiste hidático y la leishmaniosis. Finalmente, nos dará pautas de prevención.
Quiste hidático o "quiste del perro":
Es un parásito cuyo huésped original es el perro, lobo o zorro, todos los cánidos. Ahí se desarrolla como una tenia, pero en las ovejas o en las personas no puede desarrollarse como toca y se forman quistes muy grandes. No en la piel, como la gente piensa, sino que es un quiste que aparece dentro del abdomen o incluso en el cerebro llegando a provocar lesiones graves e incluso la muerte (en ovejas).
Está bastante erradicado en zonas urbanas, en zonas rurales todavía se encuentra. Tenemos zonas que son endémicas, como la zona de Oropesa que tiene un alto grado de hidatidosis y hoy en día todavía vemos personas que aparecen con quistes.
Síntomas: los perros pueden tener diarrea pero mucho antes se ven los Echinococus (tenias) en heces y alrededor del ano. En humanos, dependerá sobretodo de donde se desarrolle el quiste.
Leishmaniosis:
En España, la leishmaniosis es una enfermedad que afecta principalmente a perros, las lesiones graves se ven en perros. En las personas estamos viendo lesiones sobre todo a nivel cutáneo, son poco graves; aunque en alguna ocasión hemos tenido casos de personas que han enfermado mucho. En Sudamérica, la leishmaniosis puede provocar lesiones muy graves, llevando a la muerte a muchas personas.
Desde el 11 de junio de este año es de declaración obligatoria en Castilla- La Mancha, desde entonces, cuando vemos un perro que tenga leishmania tenemos que dar constancia de que existe este animal y ver qué pautas vamos a utilizar para intentar reducir el riesgo de contagio a otros perros o personas.
Aún así, el riesgo no está en estos perros que están en casa, que hemos analizado y hemos detectado como positivos. El problema son perros que viven en fincas y no se controlan, perros vagabundos y animales no diagnosticados. Los animales diagnosticados están bastante controlados.
Síntomas: Las más comunes son las denominadas:
- Leishmania cutánea: problemas dermatológicos con alopecias alrededor de los ojos, uñas muy largas y ganglios poplíteos infartados
- Leishmania visceral: fallo renal y proteínas totales muy elevadas
Pero vemos síntomas de muchos más tipos, epistaxis, cojera, rotura del ligamento cruzado, diarreas, sangrado por encías y un largo etc.
En humanos generalmente se ven lesiones en piel.
¿Cómo se tratan estas enfermedades, estas zoonosis?
Cada tipo de enfermedad se trataría de una forma diferente.
Las zoonosis más comunes pueden ser las tiñas (provocadas por hongos). Los gatos y conejos son muchas veces portadores de tiñas. Es asintomático, no tienen ningún tipo de problema.
Cuando estás en contacto con alguno de estos animales con tiña y tu sistema inmune no está todo lo bien que debiera, padeces tiña.
De vez en cuando nos viene algún cliente que nos enseña algunas ronchas que le han salido en la piel y nos pregunta si pudo ser el gato o el conejo. Le decimos que sí, pero lo enviamos al médico para que le ponga el tratamiento. En general se tratan con una pomadita.
¿Cómo se previenen estas enfermedades?
La prevención en un animal de compañía es relativamente sencilla. La mayoría de los problemas que se pueden provocar por zoonosis son principalmente por parásitos.
Si tenemos a los animales debidamente desparasitados, alimentándose de un pienso o una alimentación controlada, y no van comiendo por el campo como se hacía antes, es difícil que estén contagiados.
Hay que tener un especial cuidado cuando en casa vive una persona inmunodeprimida, un anciano o un bebé, ya que estas personas son mucho más sensibles a padecer patologías, con lo cual hay que tener un poquito más de cuidado con los animales.
Mi recomendación final es que se tenga un control sanitario correcto, traerlo al veterinario, hacer caso en lo imprescindible, por lo menos. Si el animal está controlado a nivel veterinario, si no sale a la calle él solo (que no debe hacerlo), los riesgos de contagio de una zoonosis son mínimos.
En caso de que el animal padezca algún problema zoonósico, tampoco hay que alarmarse demasiado: se trata, se cura y ya está.
Poco más: controlar a los animales, vigilarlos y disfrutarlos.
Entrevista realizada por Lic. Rosalie Orens
Agradecemos la colaboración de:
Antonio Folch
Veterinario
Centro Médico Veterinario Pío 109
Talavera de la Reina
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