Vida mindfulness. una segunda vida

Vida mindfulness. Sí, es la vida mindfulness, la aparición de la atención plena que nos da una segunda vida como dice mi amigo José Escánez en este artículo que nos regala.

Es también, la vida mindfulness esa que desde el descubrimiento de mindfulness y la atención plena, nos acerca a gente de hermoso y gran corazón como es José Escánez. Es esto de la red, las nuevas tecnologías, la globalización bien entendida la que te hace descubrir nuevos espacios y nueva gente que te aporta y te hace crecer. José, para mí, es uno de ellos.


Estoy viviendo una segunda vida. La primera terminó hace unos años, y estaba dominada por un yo superficial que seguía condicionamientos y creencias adquiridas sin cuestionarlas, alguien que continuamente se hacía eco de historias y suposiciones propias y ajenas. Me creía espontáneo, alegre, decidido, valiente y poderoso, cuando en realidad todo lo repetía una y otra vez hasta la extenuación. Cada pensamiento, cada emoción y cada acción eran una copia exacta de alguna anterior.

Mi segunda vida se abrió paso cuando comencé a conectar conmigo, con mi forma de pensar, de sentir y de actuar.

A partir de ahí, pude actuar para distanciarme de aquellas actitudes y formas de hacer que me limitaban o, de alguna forma, me hacían sufrir. Empecé a darme cuenta de que mucho de lo que sentía y hacía sólo era para contentar a otros o para que otros me aceptaran, que incluso en muchas ocasiones hacía cosas disparatadas para salir de aquella situación asfixiante en la que, con tal de captar la atención del resto, me había perdido de mí.

Todo ocurre por algo, todo tiene su momento y cualquier cosa ocurre en este momento, tanto el pasado como el futuro lo traemos a este momento. Ahora agradezco mi vida anterior porque sin los dramas, las culpas, las penitencias y el sufrimiento que me acarreó no hubiera tenido acceso a esta, habría seguido acomodado en mi costumbre, amparado en mi comodidad y refugiado en mi cobardía, y no hubiera tenido ánimo de abrir ninguna otra puerta más que aquella que albergaba lo conocido, lo que creía que estaba bajo mi control.

Entre otras herramientas, en mi vida se cruzó el mindfulness, una forma de estar en el mundo procedente del budismo, que ha sido fundamental en este proceso de cambio. El mindfulness o atención plena puede definirse como la acción de prestar una atención precisa al momento presente, de forma intencionada y sin juzgar, con aceptación radical de la realidad. Se trata de centrarse de un modo activo y reflexivo en el aquí y el ahora, aceptando la experiencia tal y como está aconteciendo, en contraposición al soñar despierto y a regirse en nuestros actos por nuestros condicionamientos y, sobre todo, por nuestros pensamientos y experiencias pasadas.

Con esta nueva actitud de estar conmigo y con los demás, comencé a atenderme sin dejar de atender lo de fuera, a tener un lugar de descanso y de calma, de observación y alerta, a escucharme mientras escuchaba y atendía. Pasé de estar ausente a estar presente, y de sentirme perdido a ir encontrándome.

He descubierto que la atención es algo que ya tenía y que todos tenemos. Que ya de niño, incluso de adulto, lo había percibido alguna vez, muchas veces sin reparar en ello. Es como un músculo que se atrofia por nuestra insana fijación en las operaciones mentales, y para su recuperación requiere práctica, entrenamiento y perseverancia. Sentándome día tras día a atender y observar mi respiración y mi cuerpo, me he dado cuenta, entre otras muchas cosas, que la vida no se controla ni es como yo quiero que sea. Pasan mil circunstancias y situaciones que escapan a mi control. He pasado a aceptar la realidad tal y como viene, a centrarme en la solución de lo que pueda darse, ya que es estéril negarse o resistirse a lo que sucede porque ya está aquí. 

También he podido darme cuenta que aquello a lo que presto atención es lo que conforma mi vida, y que la calidad de ésta depende de la forma en que lo atiendo. Y que al atender algo renuncio a atender otras cosas. La renuncia no está bien vista en nuestra sociedad, donde ansiamos mucho de lo que vemos y de lo que se nos ofrece, una sociedad donde se nos considera aptos sólo cuando sabemos más, llegamos a más y hacemos más, aún sin poder, aún sin tener necesidad ni ganas de hacer ni de llegar.

Ahora vivo la vida como si realmente me importase. Estoy en los lugares y con las personas que quiero estar y que puedo atender, abierto a lo que haya en lugar de esperar que ocurra algo, sin pretender abarcar más de lo que mis sentidos y emociones pueden albergar en cada momento.

Definitivamente, siento que en esta segunda vida he dejado de sobrevivir, he comenzado a vivir.

Es la vida mindfulness.

José Escánez.

http://www.mindfulness-aquiahora.com/

vida mindfulness


The post Vida mindfulness. una segunda vida appeared first on Mindfulness o Atención Plena con Plenacción.

Fuente: este post proviene de PlenAcción, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?
Esta información nunca debe sustituir a la opinión de un médico. Ante cualquier duda, consulta con profesionales.

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

Alimentación consciente o mindful eating para tu vida mindfulness. Si decides ponerte las “gafas mindfulness” para ESTAR, SER, TENER y HACER en la vida de otro modo, te invito a comenzar a ...

Recomendamos