¿Qué es el vaginismo?
Los terapeutas clasifican al vaginismo en dos categorías, "vaginismo primario" y "vaginismo secundario". Una mujer con vaginismo primario nunca ha sido capaz de experimentar el sexo con penetración o someterse a la penetración vaginal sin dolor considerable. El vaginismo secundario es cuando una mujer que no ha tenido anteriormente problemas con la penetración desarrolla la enfermedad.
Cada condición tiene una causa distinta y requiere una forma diferente de tratamiento. Es importante señalar que los dolores leves durante las relaciones sexuales con penetración no son vaginismo. El dolor leve puede ser tratado mediante el uso de los juegos previos para aumentar la respuesta sexual de la mujer.
Vaginismo primario
Esta es la condición en la que una mujer nunca ha sido capaz de tener relaciones sexuales con penetración o experimentar la penetración vaginal sin dolor. Por lo general se descubre cuando una chica está en su adolescencia, siendo este el momento en el que las jóvenes intentan usar tampones, tener relaciones sexuales con penetración, o someterse a una prueba de Papanicolaou.
Una mujer con vaginismo no será consciente de su condición hasta que intente la penetración vaginal e incluso cuando la tenga, puede no darse cuenta de las consecuencias. Ella podía creer que la penetración vaginal, naturalmente, debe ser dolorosa, o puede no saber de la condición. Existen varias causas para el vaginismo primario. Estas son las principales:
Una condición conocida como "síndrome vestibular vaginal", en el que la vulva o el área que rodea la abertura de la vagina, se inflama y se irrita, debido a infecciones persistentes.
Infecciones de las vías urinarias o infecciones de los riñones o de la vejiga.
Infecciones vaginales por hongos. Aconsejamos a todas las mujeres que crean que pueden tener una infección vaginal recibir tratamiento.
Abuso sexual, intento de abuso sexual, violación o trauma físico invasivo.
El testimonio de abuso sexual o físico de otro, sin involucrarse personalmente.
Violencia doméstica en las primeras etapas de la vida.
Haber sido educada en la creencia de que el sexo es inmoral, vulgar o desagradable, o posiblemente haberle hablado acerca de temas sexuales en forma inapropiada, antes de la edad en la que uno puede hacer frente cómodamente a dicha información.
Ansiedad general o estrés.
Síntomas del vaginismo
Existen varios grados de severidad en esta condición y no todas las pacientes experimentan todos los síntomas. Estos son algunos de los síntomas de la condición:
El síntoma más común son los espasmos en el suelo de la pelvis o en toda la pelvis. Esta es una respuesta automática en la que no se tiene control sobre la situación. A menudo sucede que, al examinar a una paciente, esta elevará las nalgas y cerrará los muslos herméticamente para evitar el examen.
Otro síntoma es una reacción como sudoración, hiperventilación, palpitaciones, temblores, sacudidas, o náuseas, cuando el sexo o un examen son inminentes. El síntoma más obvio es una respuesta automática donde el músculo pubococcígeo cierra la entrada de la vagina.
Vaginismo secundario
El vaginismo secundario es cuando una mujer que ha tenido anteriormente problemas con la penetración desarrolla la enfermedad. Esto puede deberse a causas físicas, tales como trauma en el parto o una enfermedad como la infección por hongos, o puede ser debido a causas psicológicas. El tratamiento para el vaginismo secundario es idéntico al del vaginismo primario, pero como ya sucedió la penetración exitosa anteriormente, el éxito del tratamiento probablemente será más rápido.
Tratamiento del vaginismo
Aunque el vaginismo no se hará necesariamente más grave si no se trata, existen tratamientos disponibles que deben ser buscados. Debido a las muchas causas que pueden contribuir al vaginismo, la forma y variedad del tratamiento pueden variar ampliamente. Como no existen dos casos idénticos, se requiere un enfoque individualizado para el tratamiento. Éstos son algunos de los muchos tratamientos disponibles:
Tratamiento de sondas vaginales, que son objetos cilíndricos con extremos romos. Vienen en diferentes tamaños, pero son normalmente de la longitud y diámetro de un tampón. La paciente trabaja con el terapeuta en un programa organizado, donde utiliza lentamente y poco a poco las sondas para superar su miedo a la penetración. Es habitual que la mujer trabaje los dispositivos por sí misma, pero, dependiendo de las circunstancias, el terapeuta puede ayudar.
Este procedimiento requiere de gran cantidad de confianza por parte del paciente y también mucha paciencia y comprensión por parte del terapeuta.
Si la condición es psicosomática, entonces se considerará el tratamiento psicológico. Los estudios demuestran que los tres factores contribuyentes más comunes para el vaginismo son miedo al sexo doloroso, la creencia errónea de que el sexo es una experiencia sexual vergonzosa o inmoral y el trauma. En este caso el terapeuta o psiquiatra trabajarán en las actitudes negativas del paciente acerca de su sexualidad y las dificultades emocionales involucradas.
Los temas abordados pueden incluir la baja autoestima, problemas de pareja, depresión y miedo psicológico a la penetración.
También debe tenerse en cuenta que existen muchas razones por las que las molestias durante la relación sexual pueden conducir a un problema de vaginismo, simplemente debido a la asociación de las relaciones sexuales con el malestar físico. Estas condiciones incluyen hernia hiatal, reflujo ácido, acidez estomacal, artritis y varios otros. Si perteneces a esta categoría, entonces es esencial que busques atención médica para aliviar el dolor.
Otra forma de tratamiento para los espasmos internos es el uso de dilatadores vaginales, que exploran la vagina y desensibilizan las zonas incómodas. Estos artículos son pequeños objetos de forma fálica utilizados por el terapeuta.
La última forma de tratamiento es la química, el botox, una sustancia normalmente asociada con rostros rejuvenecidos. Se utiliza cuando la paciente es demasiado emocional o temerosa de asumir las sondas o dilatadores. Esta opción relaja el espasmo muscular por un período corto, por lo general alrededor de tres meses. Durante este tiempo, la relajación que ofrece el Botox le permitirá llegar a un acuerdo, ya sea con el coito vaginal natural o el uso de sondas o dilatadores.
Me gustaría destacar que el vaginismo es un problema común, pero por desgracia muchas mujeres no uscan tratamiento. Mi mensaje para estas mujeres es: la condición es tratable. Consulta a tu médico y este será capaz de ofrecerte el diagnóstico y el tratamiento adecuado.