Por lo general, ese amor es recíproco; es decir, que los hijos sienten lo mismo por sus madres. Sentir la responsabilidad de cuidar a quien te ha dado la vida, a quien la da cada día, y a quien la daría si fuera necesario. De la misma manera que a la madre le duele todo lo que le ocurra a un hijo, es difícil pensar que un hijo no protege a una madre cueste lo que cueste.
Sobre este amor de un hijo a su madre habla el siguiente vídeo, la historia de Ponchai, un joven estudiante que admira a su madre y sueña con ser un superhéroe que la cuide en su difícil trabajo de barrendera. No duda en salir corriendo del colegio para ir a preocuparse por ella y su lesión de rodilla, barrer como un experto y así lograr que su madre descanse. Sin duda una historia que pone los pelos de punta:
Una historia que emociona y que hace valorar más el amor hacia una madre, que como ya hemos dicho, es el más saludable de todos y algo único que debemos cuidar día a día, sin importar discusiones, rencores y otras cosas que puedan alejarnos de la única persona que estuvo, está y estará siempre.
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