El vendaje funcional se realiza con tiras de esparadrapo que se van adhiriendo sobre la piel, de modo que anulan los vectores de fuerza del gesto que queramos bloquear. Al tratarse de un “vendaje a medida” nos permite regular con exactitud la cantidad de movimiento que queremos bloquear en función de la evolución. De la misma misma forma, al ser personalizado, lo ajustamos a cada cuerpo, tipología, tamaño y volumen. El vendaje puede ser elástico o rígido dependiendo de la cantidad de movimiento que queramos limitar.
La mayoría de las lesiones ligamentosas, tendinosas y musculares tienen un carácter leve o moderado, siendo este tipo de lesiones en las que se debe emplear los vendajes funcionales para favorecer la recuperación de la lesión.
Los vendajes funcionales se emplean tanto con fines terapéuticos como preventivos, existiendo unas diferencias básicas entre ellos.
El vendaje funcional terapéutico se caracteriza por:
-Frente a la inmovilización total evita los efectos secundarios que esta origina en lesiones de carácter leve o moderado.
-En patologías de carácter grave que han sido tratadas con inmovilización total, el vendaje funcional se utiliza una vez se retira esta, con fines propioceptivos y para evitar posibles traumatismos hasta que los tejidos se han regenerado completamente.
-El vendaje funcional terapéutico permite situar los tejidos lesionados en posición de acortamiento, disminuyendo la tensión sobre estos tejidos. —-De esta forma se favorece el proceso de cicatrización y se evitan posibles traumatismos que puedan dificultar este proceso.
Sirve de refuerzo de los tejidos lesionados.
-El vendaje funcional terapéutico debe favorecer una movilidad funcional mínima.
Patologías que se pueden ver beneficiadas por el uso de estos vendajes son:
– garra cubital
– hallux valgus
– subluxación externa de rótula
– esguinces
– Tendinitis y tendinosis
– Elongaciones musculares
Veamos como actúa el vendaje funcional en los diferentes tipos de patologías:
En las lesiones ligamentosas el vendaje funcional busca ser un refuerzo de los ligamentos lesionados, favoreciendo la estabilidad de la articulación. El vendaje en estos casos debe evitar la laxitud articular máxima. Puede utilizarse con fines terapéuticos o preventivos.
En patología tendinosa (tendinitis o tenosinovitis ) el vendaje funcional debe evitar el movimiento que produce la inflamación o degeneración del tendón.
En lesiones musculares los vendajes funcionales se emplean para evitar que la musculatura lesionada se alargue, aunque es muy difícil conseguir este objetivo. El alargamiento se evita limitando el movimiento de las articulaciones sobre las que actúa el músculo (músculos biarticulares). Al mismo tiempo el vendaje funcional ejerce compresión sobre el hematoma y el posterior edema.