Los talones agrietados son un problema muy común y difícil de ocultar especialmente entre primavera y verano cuando, con el calor, los pies están al aire libre con el uso de chanclas y calzado similar.
El agrietamiento es el síntoma visible de una condición de fallo que afecta a los talones tanto como para afectar a la epidermis, la parte más externa de la piel, de forma más o menos profunda dependiendo del grado de deshidratación.
¿Cuáles son las causas?
Las causas de los talones agrietados pueden ser muchas, la primera es una cantidad insuficiente de agua para hidratar la piel. Como resultado, la piel del talón parece ser inelástica, áspera, seca y expuesta al riesgo de lesiones u otros trastornos importantes.
La deshidratación puede aparecer con la llegada del calor de verano, con lo que se evapora el agua, por el rozamiento de los talones contra los zapatos apretados o material de mala calidad, por embarazo, por malos hábitos como caminar descalzo, por usar siempre medias de tejido no transpirable, por no utilizan cremas hidratantes y específicas a sus pies o por seguir una dieta baja en agua.
También hay ciertas enfermedades que predisponen a la deshidratación y potencian sus talones agrietados: eczema, infecciones por hongos, diabetes y obesidad entre otras.
Remedios para los talones agrietados
La primera regla para evitar los talones agrietados es lavarse los pies todos los días con agua tibia para quitar el sudor de la piel acumulado durante el día. Este gesto de higiene hacerlo diariamente después de la aplicación de una crema hidratante específica a sus pies que nutra la piel de cualquier planta y tipo de talón.
Si la prevención no es suficiente, para hacer suave la piel de los talones puede hacer una lavanda con agua y bicarbonato de sodio y, cuando la piel de los talones se haya convertido en blanda, utilizar una piedra pómez para suavizar los talones y eliminar las células muertas de la piel; el tratamiento finaliza con la aplicación de una crema hidratante.