La natación adaptada
En el agua, los cuerpos pesan menos y adquieren una mayor flexibilidad. Las personas en el medio acuático, aún con movilidad reducida, ponen en funcionamiento todos los miembros, y por ese motivo el deporte acuático está considerado como una de las terapias de mayor repercusión positiva en el organismo.La natación abarca un amplio número de ejercicios en el agua, orientados principalmente al mantenimiento y la tonificación muscular, así como a la relajación. Muchos de los movimientos y ejercicios se diseñan pensando en un programa de rehabilitación y mantenimiento de las funciones motrices del cuerpo. Por eso, en el caso de personas con movilidad reducida, es uno de los mejores deportes.
La enseñanza de natación adaptada
Es muy importante trabajar con los docentes y formadores de natación para poder avanzar en la expansión de esta disciplina entre los nadadores con movilidad reducida. También en la adecuación de los espacios, ya que con herramientas como los elevadores de piscina, es mucho más simple trabajar con las personas que tienen dificultades para llegar al agua.Los beneficios para su cuerpo están allí y pueden explotarse, pero la clave está en trabajar para lograr que docentes, alumnos y formadores pierdan el temor y trabajen juntos por un mismo objetivo.
Las piscinas adaptadas
Para poder avanzar en una correcta enseñanza de la natación a personas con movilidad reducida, o para la práctica de deportes acuáticos, es necesario que estas piscinas sean accesibles. Lograr este objetivo implica la utilización de grúas y sillas de pscina, que permiten al individuo ingresar al agua activando una palanca.El vestuario adaptado también es importante, ya que debe haber asideros suficientes, baño adaptado y ducha adaptada para una silla de ruedas. Esto permitirá a la persona con movilidad reducida el valerse de forma autónoma y avanzar en su independencia para la práctica deportiva.
El diseño de las piscinas y entornos para que sean accesibles, requiere la utilizan de goma y suelos adherentes. Hay que evitar, a toda costa, la utilización de materiales resbaladizos. A su vez, la piscina adaptada necesita contar con al menos una silla de rueda mecánica. Existen personas con movilidad reducida que pueden moverse sin silla de ruedas en la vida cotidiana, pero transitar con el peso de la bolsa deportiva en las instalaciones puede suponer un gran esfuerzo. Nunca está de más contar con una silla de ruedas que permita su utilización en caso de necesidad.