Cuando perdemos a un ser querido (padre, madre, hermano, hijo, pareja…) por causas ajenas a nuestra voluntad, nos cuesta aceptar el hecho de que ese ser querido ya nunca más estará nuestro lado, ya no nos protegerá, ni nos hará reír, ni nos enfadará con sus pequeñas manías…
Comienza entonces un proceso de duelo, que según dicen los especialistas, tiene que pasar por distintas etapas y por distintos procesos que van desde la incredulidad, la rabia, el enfado por la perdida, sentimiento de culpa, hasta la aceptación de la perdida para finalmente poder reorganizar nuestra vida.
Según los expertos en el campo de las emociones, para llegar a la etapa de superación de la pérdida y la reorganización de la vida, el primer paso es hablar de lo que sentimos, expresar con palabras nuestros miedos, y toda la montaña rusa de sentimientos que nos embargan ante una situación tan dolorosa
Pero, ¿qué ocurre cuando la persona afectada no puede expresar sus sentimientos, o sus emociones?
Hay veces en las que personas que están pasando por esta situación, -por el motivo que sea su entorno se cansa enseguida de escuchar sus lamentos, que a la persona en cuestión le cueste expresar sus emociones, que la gente que la rodea de por sentado que te tienes que recuperar de un día para otro etc.- no expresan sus emociones, no piden ayuda y consuelo y no reciben el apoyo emocional que necesitan en momentos tan delicados
Existen ocasiones en las que la presión social puede ser tan intensa, que hace muy difícil la búsqueda de ayuda. El hecho de vivir en silencio el sufrimiento que conlleva toda pérdida es terrible, casi tan doloroso como la perdida en sí
Es cierto que cada persona es un mundo y que no existe un plazo de tiempo determinado para superar una perdida, pero cuando ha pasado un tiempo más que prudencial, más largo de lo que sería recomendable y sano, ese sentimiento de pérdida se hace crónico y estaríamos entrando en la depresión.
Es en ese preciso instante en que comprendemos que el dolor es superior a nosotros cuando debemos de buscar ayuda profesional, pero es tan ¡difícil!
Dicen que si el corazón sufre, ya se le pasará, pero no, no se le pasa a menos que la persona que esté viviendo esta situación quiera que se le pase. Debemos de hacer un esfuerzo para recolocar nuestra vida, nuestros sueños, esperanzas, nuestros deseos de sentir paz y tranquilidad interior todo aquello que hemos perdido y encontrar un nuevo sentido a nuestra vida
Es terrible, tremendamente difícil, pero debemos de levantarnos de nuestras cenizas y seguir caminado…seguir viviendo
Federico García Lorca dijo en una ocasión
El más terrible de todos los sentimientos, es el sentimiento de tener la esperanza muerta
Os puedo asegurar que es cierto. No dejéis que os pase
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Un saludo
Mari Carmen
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