Elsevier, editorial que colabora con este blog, ha cedido esta obra para que realice un comentario. Es un manual que está pensado para ser de utilidad a cuidadores (profesionales o no) así como a sus docentes o a personas que se encarguen de supervisar las labores de los cuidadores.
El manual de Paul Dotte sobre movilización de pacientes (ergomotricidad en el ámbito asistencial) es un clásico. Va por su octava edición, y es una lectura muy necesaria para todos aquellos que trabajan con personas dependientes.
El libro no es muy extenso (143 páginas en total) y es eminentemente práctico. Se presenta la necesidad y justificación del método, y se recoge un amplio número de situaciones que se dan en la atención a personas dependientes, explicando, paso por paso, la forma adecuada de realizar las movilizaciones.
A lo largo de los capítulo se presentan las diferentes situaciones, que son cotidianas para las personas que ayudan a personas dependientes: pasar de sentado a de pie, levantar o acostar en la cama, maniobras con uno o dos cuidadores, enderezamiento sentado…
Describe las situaciones paso por paso y con ilustraciones, indicando, en cada momento, dónde hay que colocar el cuerpo, dónde y cómo hay que realizar los agarres, que instrucciones se deben dar para fomentar la participación de la persona dependiente…
Es un libro que invita a repasar lo que sabemos (o creemos saber) sobre movilización de pacientes, para aprender correcciones y mejoras.
Creo que es muy importante que lo conozcan y apliquen los cuidadores (profesionales o no) pues, por desgracia, estamos acostumbrados a que la atención se centra en atender a la persona (aseo, vestido, alimentación…) y se olvida, en bastantes ocasiones, la importancia que tienen las técnicas de movilización en la calidad de los cuidados.
Con unas adecuadas técnicas de movilización se persigue, principalmente:
Fomentar la autonomía, estimulando a la persona dependiente a que colabore todo lo que pueda para moverse, y aprender a corregir alteraciones posturales.
Reducir el riesgo de lesión, tanto en la persona dependiente, como en los cuidadores.
En este sentido, es necesario un cambio de mentalidad en los cuidadores, que deben comprender que unas técnicas adecuadas, una vez que se aprenden, son fáciles y rápidas de aplicar. Aportan seguridad y calidad en el trato a la persona dependiente, así como beneficios a la tarea del cuidador.
Del mismo modo que aprender a conducir requiere un tiempo de aprendizaje, para luego automatizar los movimientos y poderlo hacer de forma cotidiana y, la movilización de pacientes requiere un esfuerzo, un estudio y un entrenamiento, para poder ofrecer cuidados con calidad y con menor riesgo para paciente y cuidador.
Por todo ello, para todas las personas que trabajan o tienen relación con el sector de la dependencia, recomiendo el libro ‘Método de Movilización de los Pacientes’, que podéis comprar en la Web de Elsevier.
La entrada ha sido publicada originalmente en Tufisio.net Blog de Fisioterapia.