A toda mujer le gustaría mantener sus senos firmes durante toda su vida, sin embargo, es algo muy difícil de conseguir. La pérdida de flexibilidad y elasticidad de la piel a lo largo de los años va provocando la progresiva aparición de arrugas y flacidez en zonas como los brazos, el abomen y los pechos.
Además de la edad, existen otros factores que contribuyen a la aparición de senos flácidos y caídos, como la lactancia materna, la menopausia, la mala alimentación, los cambios bruscos de peso o los hábitos poco saludables, como el abuso del alcohol o el tabaco. Llevar una dieta equilibrada y una vida activa, alejada del sedentarismo del sofá, nos ayudará no sólo a prevenir la flacidez de los pechos, sino también a mantenernos en nuestro peso ideal, mejorar nuestra salud y aumentar nuestro estado de ánimo.
Cómo reafirmar los senos flácidos
Los senos están compuestos de grasa y tejido conectivo, no tienen músculos propios, sino que se mantienen firmes gracias a la acción de los músculos pectorales y abdominales. Mantener fuertes estos músculos, no descuidar nuestro peso y mimar esta zona con remedios como los que vamos a conocer hoy, contribuirán a lucir unos pechos más firmes y bonitos por más tiempo.
Ejercicio
Sin duda, la mejor solución para combatir la flacidez de los senos es ejercitar los músculos que los sujetan. Ésto aumentará su firmeza y prevendrá su caída.
Entre los ejercicios o deportes más recomendables a realizar encontramos la natación, una práctica muy saludable en la que trabajamos numerosos músculos de todo el cuerpo de una forma muy poco dañina y apta para cualquier edad, ya que trabajamos con la propia resistencia del agua y no con un peso específico. Además no cuesta nada, podemos hacerlo en una piscina, en el río o en la playa. Fácil y saludable.
También puedes optar por fortalecer tus pectorales con ejercicios propios de pecho, como las flexiones, las mancuernas o la barra de peso: Túmbate en el suelo boca arriba, rodillas flexionadas y una mancuerna en cada mano. Eleva ambos brazos a la vez hacia el techo y vuelve a la posición de inicio.
Aceite de oliva
El aceite de oliva posee un alto contenido de antioxidantes y ácidos grasos saludables para nuestra piel, protegiéndola de la acción de los radicales, mejorando su aspecto y nutriéndola en profundidad, cualidades que nos ayudan a su vez a combatir la flacidez de los senos.
Coloca un poco de aceite de oliva en tus manos y frótalas para calentarlo. Seguidamente, masajea tus pechos dibujando círculos ascendentes durante unos minutos. De esta manera conseguiremos nutrir nuestra piel y estimularemos la circulación, contribuyendo así a regenerar y mejorar nuestra salud cutánea. Repítelo al menos cuatro veces por semana.
Pulpa de aloe vera
Como ya hemos comentado en muchas ocasiones, la pulpa de aloe vera es nuestra mejor aliada contra los problemas cutáneos: desde tratar las cicatrices hasta combatir las estrías. Una planta muy versátil con multitud de beneficios para nuestra salud.
Su alto contenido en antioxidantes y su gran poder reafirmante la convierte en el remedio ideal para combatir la flacidez de la piel y los senos caídos. Cada noche, antes de acostarte, aplica un poco de pulpa de aloe vera sobre tus pechos, masajeándolos en círculos ascendentes.
Loción de pepino, aceite de coco y huevo
Combinando el poder hidratante del pepino con las cualidades nutritivas y reafirmantes del aceite de coco y el huevo obtenemos una poderosa y saludable loción natural para nuestra piel que nos ayuda a mejorar su salud, aspecto y combatir la flacidez eficazmente.
Mezcla en un recipiente una cucharada de aceite de coco, un huevo y el jugo de un pepino licuado. Remueve hasta integrar bien todos los ingredientes y aplica sobre tus pechos masajeando en círculos. Deja actuar durante media hora y retira con agua fría. Repite a diario o al menos cuatro veces por semana.
La loción sobrante la puedes guardar en un frasco cerrado en el refrigerador.
Remedios muy sencillos que, unidos a una vida saludable, nos ayudarán a mejorar la salud y aspecto de nuestra piel y prevenir la flacidez. ¿Te animas a probarlos?
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