En el caso de dolores leves o moderados, la aplicación de Reiki sobre el punto de dolor relaja y alivia el músculo. Ayuda a descansar la zona afectada al distribuirse la energía por los diferentes canales energéticos. Estos canales energéticos mejoran también la circulación y la retención de líquidos.
En el caso de dolores fuertes, puedes combinar la aplicación de Reiki con un masaje. El Reiki favorece la relajación del músculo lo que facilita el masaje, al mismo tiempo que amplia su efecto.
Esta terapia alternativa ayuda a curar afecciones de todo tipo. Además, alivia varios síntomas agudos y posee una influencia positiva sobre el crecimiento espiritual.
Dolores puntuales: como esguinces, de cabeza, oído, etc. suelen ser bastante fáciles de tratar con Reiki, visto que suele trabajar la causa y no sólo el síntoma en sí.
Dolores musculares:de espalda o lumbar, cabeza etc. un tratamiento de 4 sesiones suele ser suficiente para hacerlo desaparecer por completo. Si la causa es una enfermedad importante, el Practicante de Reiki te aconsejará que busques ayuda médica profesional.
Dolores crónicos suelen necesitar sesiones periódicas una o dos veces al mes de modo paliativo. Si la causas es una enfermedad crónica, Reiki trabajará sobre esa enfermedad también.
Dolores oncológicos: Reiki es muy eficaz como complemento en tratamientos de quimioterapia y radiación. Aumenta las defensas del paciente y ayuda a soportar los efectos secundarios de los tratamientos.
Tratamiento de reiki recomendado: en función del dolor se aplicará reiki sobre la zona del mismo y si procede sobre otras zonas relacionadas con el dolor. En función de la gravedad o cronicidad del mismo se recomienda iniciar a la persona en nivel 1 de reiki o nivel 2 para auto tratamientos y si a esta, no le fuera posible por problemas de movilidad se recomienda iniciar a una persona de su entorno para que esta le aplique dichos tratamientos de forma periódica.
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