Mientras que la miopía es el impedimento o dificultad para enfocar los objetos lejanos, la hipermetropía se entiende como todo lo contrario.
Considerada dentro de las disfunciones visuales más comunes, la hipermetropía es la dificultad o impedimento para apreciar con claridad los objetos cercanos.
Si te has sorprendido a ti mismo alejándote demasiado del libro para poder apreciar mejor las letras o te cuesta demasiado trabajo llevar a cabo trabajos de precisión o coordinación ojo-mano entonces es muy probable que seas parte de la estadística de ojo hipermétrope.
Entre los primeros y principales síntomas destacan el no poder enfocar objetos en primer plano o cercanos, por ejemplo libros, rostros de las personas al hablar de frente, piezas pequeñas, etc. También se presentan dolores de cabeza, fatiga ocular, escozor y sequedad de los ojos, dificultad para mantener la vista enfocada en actividades de precisión y concentración.
La hipermetropía afecta la anatomía del ojo, dándole un tamaño menor a los ojos y en cuanto al funcionamiento; el enfoque de los objetos se da por detrás de la retina. Por lo regular la hipermetropía aparece desde el nacimiento.
Además de la hipermetropía, el problema visual puede estar compuesto por otros padecimientos como astigmatismo por lo que es necesario a los primeros síntomas acudir a una revisión ocular y el uso de lentes convexos o positivos según sean recetados.
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