En el caso de la cistitis (infección de la vejiga), la infección a menudo comienza cuando las bacterias entran en la abertura de la uretra durante las relaciones sexuales, o debido a la limpieza incorrecta de los genitales en mujeres y niñas. Una vez que las bacterias entran en la uretra de la mujer, sólo tienen que viajar una distancia corta para llegar a la vejiga.
En los hombres mayores de 50 años, la infección de la vejiga por lo general se asocia con una ampliación o infección de la próstata.
Las infecciones del tracto urinario superior (pielonefritis o infección renal) ocurren cuando las bacterias presentes en la vejiga han llegado hasta el riñón. Las infecciones renales ocurren con más frecuencia:
Durante el embarazo
En hombres con la próstata agrandada
En personas con diabetes
En personas con función anormal de la vejiga
En personas con cálculos renales persistentes
En niños con reflujo vesicoureteral o una obstrucción relacionada con el desarrollo anormal del tracto urinario.
La pielonefritis es más común en las mujeres que en los hombres.
Por su parte, la uretritis es una inflamación de la uretra. Generalmente es causada por enfermedades de transmisión sexual como la clamidia y la gonorrea, por contacto con un producto químico irritante (antisépticos, baño de burbujas, espermicidas) o por irritación de un objeto insertado para drenar la orina, por ejemplo un catéter.
Otra causa de disuria puede ser la vaginitis o inflamación de la vagina. Esto puede surgir por una reacción alérgica a algún producto químico irritante (espermicida, ducha vaginal, jabón de baño), un bajo nivel de estrógenos después de la menopausia, un objeto que no se ha retirado de la vagina, como un tampón, o debido a infecciones vaginales como la vaginosis bacteriana, la candidiasis y la tricomoniasis.
Síntomas acompañantes de la disuria
Dependiendo de la causa de la disuria, puede haber otros síntomas además del dolor al orinar. Por ejemplo:
Infección del tracto urinario inferior (cistitis): micción frecuente, un intenso deseo de orinar, pérdida del control de la vejiga, dolor en la parte inferior del abdomen (cerca de la vejiga), orina turbia que puede tener olor fuerte, orina sanguinolenta.
Infección del tracto urinario superior (pielonefritis): dolor en la parte baja de la espalda, fiebre alta con escalofríos temblorosos, náuseas y vómitos, orina turbia, micción frecuente, intensa necesidad de orinar.
Uretritis: secreción de la uretra, enrojecimiento alrededor de la abertura de la uretra, micción frecuente, flujo vaginal anormal.
Vaginitis: dolor o picazón en la vagina, secreción/olor vaginal anormal, dolor y malestar durante las relaciones sexuales.
Diagnóstico de la disuria
Muchas personas tienen episodios ocasionales de molestias al orinar, pero generalmente esto es causado por una irritación y no necesita ser tratado. Sin embargo se debe consultar a un médico si el dolor al orinar no desaparece, es grave o se acompaña de otros síntomas.
Una vez que acudas al médico, este preguntará acerca de los síntomas y hábitos personales/sexuales. Durante el examen físico, se comprobará la sensibilidad de los riñones y la zona genital. Para las mujeres esto puede incluir un examen pélvico. Los hombres con problemas de próstata pueden tener un examen rectal.
Si el médico sospecha de una simple infección en la vejiga, lo puede confirmar mediante una prueba de orina. Para diagnosticar la uretritis y la vaginitis, puede ser necesario tomar una muestra del área para su análisis.
Si se sospecha de una infección de riñón, es necesario enviar una muestra de orina al laboratorio para identificar las especies de bacterias. Si el paciente tiene fiebre o se siente enfermo, puede realizarse una prueba de sangre para detectar bacterias en la sangre.
En caso de que la persona haya tenido relaciones sexuales sin protección, el médico puede solicitar pruebas para identificar varios tipos de enfermedades de transmisión sexual, como la gonorrea, la clamidia, la tricomoniasis, la sífilis y el VIH.
Duración esperada de la disuria
La duración de la disuria depende de su causa. La mayoría de las personas con infecciones del tracto urinario responden bien al tratamiento en pocos días. Cuando la causa es más difícil de determinar, los síntomas pueden durar más tiempo.
Prevención de la disuria
Para prevenir la disuria causada por cistitis o pielonefritis, lo mejor es beber abundantes líquidos cada día, especialmente agua, para mantener el buen funcionamiento del tracto urinario. Las mujeres deben limpiar de adelante hacia atrás después de tener una evacuación intestinal. También se recomienda orinar después de tener relaciones sexuales para eliminar posibles bacterias presentes en la uretra. Esto ayuda a evitar que las bacterias se muevan hacia la vejiga.
Para evitar la disuria causada por irritación, las mujeres deben mantener el área genital limpia y seca, cambiar los tampones y compresas higiénicas con frecuencia, evitar el uso de jabones irritantes, aerosoles y duchas vaginales
Para prevenir la disuria causada por enfermedades de transmisión sexual se recomienda practicar sexo seguro con preservativos, sobre todo cuando se tienen nuevas parejas.
Tratamiento de la disuria
El tratamiento de la disuria depende de su causa:
Cistitis y pielonefritis. Estas infecciones, generalmente causadas por bacterias, pueden curarse con antibióticos tomados por vía oral. Para los casos de pielonefritis grave con fiebre alta, escalofríos temblorosos y vómitos, los antibióticos pueden administrarse por vía intravenosa.
Uretritis. La uretritis se trata con antibióticos. El tipo de antibiótico utilizado depende de qué infección es la causante.
Vaginitis. La tricomoniasis y la vaginosis bacteriana se tratan con antibióticos. Las infecciones por levaduras se tratan con antifúngicos. Los tratamientos suelen incluir una combinación de medicamentos orales y productos de aplicación tópica (cremas, supositorios vaginales).
Si la persona es sexualmente activa y está siendo tratada por una enfermedad de transmisión sexual, su pareja sexual también debe ser tratada.
Es muy importante acudir al médico si se tiene dolor al orinar y sangre en la orina en compañía de cualquiera de estos otros síntomas:
Fiebre
Micción frecuente y necesidad urgente de orinar
Dolor abdominal
Dolor de espalda
Secreción vaginal/uretral anormal
Pronóstico de la disuria
Un único episodio de infección en la vejiga, en la uretra, la vagina o el riñón suele desaparecer completamente después del tratamiento oportuno con antibióticos. En la mayoría de los casos, existe muy poco riesgo de daño a largo plazo. Sin embargo las mujeres con ciertas enfermedades de transmisión sexual pueden desarrollar cicatrices en el tracto reproductivo y problemas de fertilidad si no se diagnostican y se tratan correctamente.