Al igual que otros trastornos como la tricotilomanía -consistente en arrancarse cabellos- tiene un vínculo muy potente con la ansiedad así como el alivio de la misma aunque pueden surgir por otros motivos.
Ambas se incluyen dentro de los trastornos obsesivo-compulsivos.
¿Qué es la dermatilomanía?
Como sucede con el resto de trastornos, la conducta se repite en un patrón de compulsión, en el caso de la dermatilomanía puede aparecer después de una afección dermatológica. En esta afección hay dos síntomas que la diferencian de otros trastornos:Pellizcos incontrolables que llegan a provocar lesiones en la piel (lo cual puede devenir en ulteriores afecciones)
Intentos fallidos de desistir de la conducta compulsiva
El gran problema, como sucede con numerosos trastornos de este tipo, es que la persona que lo sufre piensa en pellizcarse hasta una hora al día y puede ver limitada su vida social debido a que no desea que este trastorno sea advertido por otros.
Obviamente, esta enfermedad no guarda relación alguna con una enfermedad de la piel aunque, como hemos destacado anteriormente, una alteración dermatológica -especialmente si se prolonga en el tiempo- puede desarrollar la compulsión.
A pesar de que no se trate de un trastorno muy conocido, hasta un 2% de la población mundial sufre dermatilomanía.
Consecuencias que puede tener la dermatilomanía
La gravedad de las consecuencias de la dermatilomanía dependen enormemente de cada caso pero las más comunes son los daños en la piel que pueden dar lugar a infecciones. Sin embargo, también es posible que devengan en daño tisular o incluso en septicemia -que es una enfermedad potencialmente mortal-.Aunque no es común y se da más a menudo en sistemas inmunes debilitados o en caso de haber mantenido una infección sin ser tratada a lo largo del tiempo, el riesgo es real.
Cómo tratar la dermatilomanía
Al tratarse de un trastorno de obsesión – compulsión el tratamiento de la dermatilomanía debe darse desde diferentes perspectivas.Por un lado, la terapia cognitivo-conductual parece ser la que mejores resultados da en cuanto la eliminación del hábito así como de los síntomas y de los desentonantes.
Por otro, los fármacos pueden disminuir la ansiedad asociada a la compulsión.
En la terapia cognitivo-conductual lo que se trabaja es la autoconciencia por parte de la persona de que lo está haciendo, de tal modo que sea más sencillo delimitar los momentos desencadenantes.
Asimismo, una vez que se comprende esto resulta interesante sustituir ésta por otra actividad.
A este respecto existen divergencias entre los especialistas pero todos emplean un método que pueda dar como resultado una mejora en la calidad de vida.
Autora: Álex Bayorti (colaboradora de nuestro blog)
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