Que alguien te guste muestra un grado de receptividad sentimental hacia esa persona que te parece atractiva e interesante. Sin embargo, ese gustar no es tan fuerte como el enamoramiento cuando el enamorado no puede dejar de pensar la mayor parte de su tiempo en esa persona que le interesa.
El enamoramiento muestra exclusividad
Además, el gustar tampoco muestra necesariamente una exclusividad puesto que una persona puede sentir afinidad hacia más de un objeto de deseo. En cambio, el enamoramiento muestra exclusividad en tanto que solo existe una única persona especial.
El riesgo de confundir los términos entre el mero gustar y el estar enamorado puede hacer que una persona llame amor a aquello que no lo es. En cuyo caso, se corre el riesgo de jugar con las expectativas ajenas al generar falsas ilusiones al otro.
El gustar es la primera fase del estado de enamoramiento. Pero este gustar no siempre termina en enamoramiento. Por eso, es muy importante ir despacio en una relación y dar tiempo al tiempo para comprobar cómo evolucionan las cosas y para ser fiel a los propios sentimientos.
El gustar suele mostrar una relación superficial entre dos personas mientras que el enamoramiento muestra un grado de conocimiento más profundo. Solo se puede estar enamorado de alguien a quien se conoce de verdad. El gustar produce un agrado emocional más pasajero al estar en presencia del objeto de deseo.
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