Hoy vas a descansar de mi. Esta vez la persona encargada de hablar de Fisioterapia es una compañera del norte de España, una fisioterapeuta de las nuevas generaciones, con interés en la evidencia científica y que quería aportar una pincelada de su “saber”, Elena Sánchez Fernández (@Elenasf93).
Este es el primer artículo de los dos que nos tiene preparados. Empezará con generalidades sobre la punción seca y los puntos gatillo, para así en el siguiente artículo poder desgranarnos lo que dicen los “tíos listos” (investigadores) sobre la eficacia de la punción seca, en sus estudios científicos.
Os dejo con ella…
Hola, Soy Elena Sánchez, probablemente una fisioterapeuta con menos experiencia que muchos de vosotros, pero me encanta mi profesión y me fascina la evidencia científica, así que ¿por qué no aportar mi granito de arena?
Os voy a hablar de los PUNTOS GATILLO MIOFASCIALES y de la PUNCIÓN SECA.
¿Qué son los puntos gatillo?
Los puntos gatillo son focos hipersensibles dentro de una banda tensa palpable del músculo (eso que suelen llamar “nudos”, que palpamos en las contracturas y que nos producen dolor). No voy a hablar sobre su etiología, pero pongo aquí unas referencias para los interesados en saber con más detalle cómo se forman y en qué consisten [1], [2], [3].
Decir, también, que Dolor y disfunción miofascial. El manual de los puntos gatillo de Travell JG, Simons LS [4] es el libro de los puntos gatillo por excelencia. Es para los fisioterapeutas interesados en este tema, lo mismo que el diccionario de la RAE para un escritor que quiere ampliar su vocabulario.
En él clasifican a los puntos gatillo en activos y latentes:
Puntos gatillo activos: causan dolor espontáneo (del que viene lamentándose el paciente) y referido (aquel que se extiende hacia otra zona) en reposo y es sensible a la palpación con un patrón de dolor referido similar a la molestia de la que se queja el paciente.
Puntos gatillo latentes: no generan síntomas espontáneos pero duelen a la palpación.
Explicado con un ejemplo igual se entiende mejor:
Paciente que acude a consulta por un dolor de cuello, señalando la zona de trapecios y elevador de la escápula (músculos de la zona alta de la espalda y cuello), le duele a la presión y al estiramiento de dichos músculos. Éstos serían puntos gatillo activos.
Después al hacer una valoración palpatoria y deslizar los dedos por la musculatura paravertebral (musculatura a ambos lados de la columna vertebral) el paciente te dice: No es ahí donde te decía que me dolía. Haces caso omiso a su comentario y de repente palpas otro nudo y… ¡Ay! Ahí también me duele. Pues eso sería un punto gatillo latente.
Para tratar estos puntos, uno de los tratamientos más utilizados actualmente es la PUNCIÓN SECA (PS). Tiene muchísimos años, pero está bastante en auge ahora.
¿Qué es la punción seca?
Se denomina punción seca porque no se infiltra ninguna sustancia y así diferenciarla de otras técnicas invasivas en las que se infiltran por ejemplo anestésicos, AINE (antiinflamatorios no esteroideos) u otros.
Además la aguja puede ser considerada una herramienta palpatoria, prolongación de los dedos del fisioterapeuta, es decir, que podemos ir percibiendo los cambios en la firmeza de los tejidos atravesados por la aguja.
Las técnicas de punción se clasifican en:
Punción superficial: consiste en introducir las agujas en la piel y en el tejido subcutáneo, sin llegar al músculo y por tanto, tampoco al punto gatillo.
Punción profunda: se introduce la aguja hasta el músculo y es la más utilizada de ambas.
En la punción seca profunda la aguja penetra en el punto gatillo y se obtienen las llamadas respuestas al espasmo local (son unas contracciones reflejas que se producen en la fibra muscular al pinchar sobre ella). Un hombre apellidado Hong diseñó una técnica en la que se introduce y se saca la aguja hasta que estas respuestas desaparecen (esta es la modalidad utilizada en los estudios que te mostraré en una entrada futura). Como resultado de la estimulación con la aguja, se liberarían sustancias que hacen que se dilaten los pequeños vasos sanguíneos, aumentando el flujo de sangre y reparándose el daño causado en el tejido. Esto hace que el sistema nervioso central comience un proceso de regeneración de este músculo dañado de forma que llegan más nutrientes, y si la punción ha sido acertada, el músculo se relaja y desaparecerían síntomas como el dolor local y el referido.
Esto no ha sido más que una introducción para un mejor entendimiento del artículo que hablará de la evidencia científica sobre la efectividad de lo punción seca que estará online en unos días.
Bibliografía:
1. Bron C, Dommerholt JD. Etiology of myofascial trigger points. Curr Pain Headache Rep. 2012;16(5):439–44.
2. Hong CZ, Simons DG. Pathophysiologic and electrophysiologic mechanisms of myofascial trigger points. Arch Phys Med Rehabil. 1998;79(7):863–72.
3. Robert D. Gerwin, MD, Jan Dommerholt, PT, MPS, and Jay P. Shah, MD. An Expansion of Simons’ Integrated Hypothesis of Trigger Point Formation. Curr Pain Headache Rep. 2004; 8:468–475.
4. Travell JG, Simons LS. Dolor y disfunción miofascial. El manual de los puntos gatillo. Vol. 1 y 2. 2ª ed. Madrid: Panamericana; 2002
La imagen de cabecera es una adaptación de un dominio público de Pixabay.
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