¿POR QUÉ NOS DA VERGÜENZA IR AL PSICÓLOGO Y NO AL DENTISTA?

La historia de la salud mental y de los tratamientos a personas con trastornos psicológicos-psiquiátricos está marcada por un estigma que ha acompañado a las personas que los padecen.

No sería hasta 1803 que el médico Johann Cristian Rell acuñaría el término de psiquiatría como el estudio, prevención y tratamiento de las enfermedades mentales. La psicología tardaría un siglo más en llegar.

Si queremos entender por qué nos da más vergüenza acudir a un psicólogo que a cualquier otro especialista médico, solamente tenemos que indagar en las connotaciones que tienen calificativos como “loco” o “desquiciado”.

Un poco de historia o por qué nos da vergüenza ir al psicólogo aún en pleno siglo XXI

La enfermedad mental estaba considerada antaño como una maldición de los dioses o como un castigo divino por lo que su relación con las artes demoniacas impedía una correcta imagen de los trastornos mentales como enfermedades. Y es que ya en Mesopotamia, consideraban los trastornos mentales como un castigo divino. No avanzaría demasiado a lo largo de los siglos.

En la Edad Media continuó esta tradición de comparar la enfermedad mental con la posesión diabólica e incluso en el Renacimiento continuaría la tendencia.

En el siglo XVII, se forman las primeras comunidades de los precursores de la actual neurología. Y a lo largo de los siguientes dos siglos hasta el siglo XX, la visión orgánica de las enfermedades mentales conlleva una serie de prácticas que hoy consideraríamos poco ortodoxas o macabras.

La llegada de la psicología supone una revolución en tanto en cuanto se abordan las enfermedades no solo desde el punto de vista médico-farmacológico sino también psicológico-emocional.

En definitiva, hace apenas unas cuantas décadas que la psicología y la psiquiatría se están desvinculando de todos los estigmas que la enfermedad mental implicaba.

Causas por las que no vas al psicólogo (aunque lo necesites)


No quieres admitir que tienes un trastorno psicológico: En un pasado no tan lejano, algunas personas rehuían de los médicos
Por qué nos da vergüenza ir al psicólogo
aludiendo a que eran unos “matasanos”. En realidad, lo que estaban enmascarando era el miedo a padecer realmente alguna enfermedad, a ponerle nombre y a tener que tomar medidas. Muchos pacientes de psicólogos tienen reticencias al principio porque acudir al psicólogo significa asumir que se tiene un problema y ponerle nombre. Se trata de la primera barrera a franquear.

Crees que eso de las enfermedades mentales no va contigo: Sorprende que a estas alturas no se conozcan las consecuencias de la ansiedad, de la depresión o del trastorno bipolar. Sin embargo, hay demasiadas personas no diagnosticadas que creen que pueden curarse solas. No es extraño que aparezcan pacientes en las consultas psicológicas que ya han tocado fondo pero que podían haber acudido mucho antes.

El que dirán: Y por último pero no menos importante, lo que seguramente más nos pesa cuando nos negamos a acudir a una consulta psicológica; el temor al que dirán, a que nos llamen locos, a que nos estigmaticen y nos aparten de sus vidas.
Todas estas causas deberían ir dejando de existir ya que la salud psicológica no es diferente de la física, de hecho, no son pocos los casos en los que un trastorno mental provoca consecuencias orgánicas. Por ello, debemos aprender a normalizar la petición de ayuda. ¿Acaso nos daría vergüenza ir al dentista porque tenemos una caries?

Autora: Álex Bayorti (colaboradora de nuestro blog)

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