Hoy vamos a ver algo realmente útil, y es el medidor del valor pH. Es una de las herramientas más eficaces a la hora de auto-evaluar nuestro estado de salud, por no decir la que más. Es barata y es completamente imprescindible. Yo hace unos 4 años que la vengo usando frecuentemente desde que tengo conocimiento de ella.
Con este aparatito vamos a conocer el grado de acidez o alcalinidad de nuestros fluidos internos.
PH significa potencial de hidrógeno y es una unidad de medida química aplicada a los fluidos o líquidos.
Su escala va del 0 al 14, siendo el 7 un pH neutro. Si el valor decrece hablamos de acidez, y si aumenta entonces de alcalinidad
Si tienes una piscina tal vez te resulte familiar el termino, pues para que no salgan algas y el agua no se ponga mala o nos irrite los ojos y la piel se debe mantener el pH en un determinado valor añadiendo químicos como pastillas de cloro o sal de carbonato sódico al agua. En este ejemplo de la piscina los profesionales recomiendan que el agua esté entre 7.2 y 7.6, con lo cual hablamos de un agua neutra-alcalina.
Pero lo que aquí nos interesa es el valor de nuestra propia piscina interna, de nuestros fluidos, y para ello contamos igualmente con la ayuda de este maravilloso aparato.
Valores del pH
El pH en la sangre de las personas sanas adultas debe oscilar entre 7.35 y 7.45 siendo este valor el original. Es decir, por naturaleza nacemos ligeramente alcalinos y así deberíamos mantenernos. Cualquier variación en el pH de la sangre puede acarrear serios problemas.
Ya hablamos en un post anterior sobre la acidez y la alcalinidad (clic).
En este artículo hablamos del pH de los fluidos internos medidos en la orina. El pH de la sangre tiene un rango muy acotado de 7.30, y si varia algunos puntos a cualquier lado puede ser mortal. La orina nos da una medida a tiempo real de los fluidos. Si la medición en nuestra orina suele dar lecturas alcalinas podemos estar seguros de que el pH en nuestra sangre se mantiene estable y sin tendencia hacia la acidez.
Conforme avanza la edad se va perdiendo la alcalinidad. Pero esto no es determinante. El problema real viene de lo que se come y lo que se bebe, pues eso es lo que más determina el grado de nuestro pH. Nuestra dieta nos puede alcalinizar o acidificar bastante rápido.
Factores ambientales como la polución o los gases de las industrias también crean acidez, así como el estrés, las drogas, los medicamentos y las radiaciones.
Si comemos y bebemos alimentos alcalinos se produce una tendencia alcalina, y lógicamente por el contrario si comemos y bebemos productos ácidos estos harán decaer nuestro nivel de pH llevándonos peligrosamente hacia la nunca recomendable acidez.
Porqué es importante estar alcalino
Un ambiente interno acido es caldo de cultivo para la aparición de prácticamente cualquier enfermedad, incluida el cáncer. Cuando nuestro pH es ácido nuestras células están flotando en sangre sucia y llena de toxinas. A nadie le aparece un cáncer si está alcalino. De igual forma ocurren milagros y hay gente a la que el cáncer le desaparece. No son milagros, sencillamente es que alcalinizaron sus fluidos.
Tener un pH de 7 en la orina, decimas arriba o abajo, es lo ideal. Nunca uséis la primera orina de la mañana para tomar mediciones, pues es orina reposada y siempre contendrá más desechos que la orina normal del día.
El valor puede ir variando, con lo cual la mejor forma de tener una idea bastante exacta de nuestro pH es medirlo por unas semanas y apuntarlo. Luego hacemos la media y ese será nuestro pH más preciso. Si estamos alcalinos, tenemos una dieta adecuada y estamos limpios por dentro no hay que preocuparse mucho. Con hacer un par o tres de ciclos de medición al año para sacar una media de nuestro pH y ver que es correcto es suficiente. En caso de que se haya caído en la acidez se deberían hacer todos los cambios necesarios en la dieta para reestablecer la alcalinidad.
Os dejo con un video práctico de cómo usar el aparatito para medir nuestro valor en la orina. También podéis ver mis valores de pH que voy apuntando cada día.
.