Lo más recomendable es llevar una buena dieta todos los días y realizar ejercicio físico, todo esto bajo supervisión médica. Pero son muchos los que, con las prisas, recurren a productos mágicos para bajar de peso sin importar las consecuencias. Uno de estos productos son las pastillas para bajar de peso rápido. Aunque hay que matizar que no todas las pastillas son iguales ni todas tienen porqué ser malas para la salud.
Algunas de estas pastillas no están reguladas por ninguna institución. Y es aquí donde radica el problema. Además, algunas empresas publicitarias que se dedican a la venta de estas pastillas, han sido sancionadas por publicidad engañosa.
Prometen hacernos perder peso sin esfuerzo. Las hay de muy diversos tipos, pero las más famosas son las diuréticas, las inhibidoras del apetito y las quema-grasas. Cualquiera de estas pastillas, tomadas sin la supervisión de un médico, pueden acarrear numerosos efectos secundarios. Algunos son más leves, pero otros pueden provocarnos problemas graves de salud.
Efectos secundarios de algunas pastillas para adelgazar
Algunas pastillas están formadas por componentes químicos que, en diversas ocasiones, pueden acabar afectando a la salud de la persona de una forma u otra. Alguno de los efectos secundarios pueden ser: hipertensión, aumento del ritmo cardiaco, náuseas, dolor de cabeza y dolor de estómago.
En algunos casos, este tipo de pastillas puede producirnos problemas en el sistema digestivo. Esto sucede porque, en muchas ocasiones, las pastillas para bajar de peso contienen bloqueadores de grasa que disminuyen la absorción de nutrientes. Aunque no tiene porqué ocurrir, se pueden dar efectos en nuestro organismo como la diarrea, dolores abdominales o inflamación del estómago.
Según el tipo de pastillas, algunas aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Según los componentes de algunas píldoras, éstas pueden ser perjudiciales: aumentan el ritmo cardiaco y contiene estimulantes que no han sido avalados.
Es probable que, según las pastillas que tomes, puedas sufrir episodios de deshidratación, ya que, en muchas ocasiones, estas pastillas son una mezcla de cafeína y otros diuréticos. Estos elementos ayudan a la pérdida excesiva del agua. El problema es que, a largo plazo, puede causarnos una deshidratación severa.
Algunas pastillas actúan sobre el Sistema Nervioso Central y pueden provocar una aceleración generalizada del pulso, insomnio, problemas de agresividad, irritabilidad.
También pueden provocarnos un hipertiroidismo –mientras las estamos tomando-, debido a que, entre sus componentes, tienen hormonas tiroideas. En el momento que dejamos de tomarlas, nos pueden producir el efecto contrario, es decir, hipotiroidismo por intoxicación.
En el caso de algunas pastillas que incluyen anfetas o efedrina, incluso, llegan a generarnos adicción y podrían acabar desencadenando en una psicosis. Hablamos de casos muy excepcionales.
Hay que tener en cuenta que algunas pastillas para adelgazar cuentan, entre sus componentes, con anfetaminas, anorexígenos, diuréticos, laxantes, hormona tiroidea y sedantes. Todo esto mezclado y tomándolo día tras día hace que nuestro cuerpo pueda sufrir numerosos efectos adversos irreparables.
La mejor forma de conseguir perder peso es realizar una buena combinación de ejercicio físico y buena nutrición. Existen muchos platos que podemos prepararnos mientras existe, también, una gran variedad de ejercicios físicos que nos ayudarán a conseguir nuestro objetivo. Las dietas milagro y las pastillas para adelgazar, además de tener un enorme efecto rebote, son bastante nocivas para nuestra salud.
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