Mejorar tu postura te haría más feliz: ¿has oído hablar sobre la ciencia de la postura?

¿Alguna vez has pensado en tu postura corporal como en un determinante de tu carácter? La forma en la que nos paramos, sentamos y caminamos, tendría más implicaciones sobre nuestra personalidad y nuestra felicidad de lo que creemos.

De acuerdo con recientes investigaciones científicas, el lenguaje corporal estaría bastante relacionado con la conducta. En este sentido, la manera en la que nos movemos (y nos quedamos quietos) afectaría el modo en que nos ven los demás, así como también nuestro humor y nuestros hábitos.

¿Es posible que algo tan cotidiano y personal pueda ser un elemento tan importante a la hora de dar a conocer nuestra forma de ser e interactuar con los demás? Hay varios teóricos que así lo demuestran y podrás leer sobre ello a continuación.

Investigaciones sobre la postura y el lenguaje corporal


La Universidad de Ohio quiso demostrar a través de una investigación llevada a cabo en 2003, que la postura y el lenguaje corporal afectarían nuestro pensamiento, nuestro carácter e influiría en la toma de decisiones, propias y ajenas. Entre los datos más reveladores del estudio se observó que:

Cuando los participantes movían la cabeza en señal de acuerdo o desacuerdo, estas acciones afectaban sus opiniones sin que se dieran cuenta pues de algún modo “inconsciente” estaban auto validando sus pensamientos.

Cuando los participantes se abrazaban a sí mismos, confirmaban sentir que podían reducir su dolor físico. Entre otras teorías sobre el lenguaje corporal y conducta, el científico holandés Erik Peper también ha realizado extensas investigaciones. De acuerdo con sus estudios; tanto el miedo, el enfado y otras emociones fuertes pueden verse reflejadas en la postura humana (posición de la columna, manos abiertas y/o cerradas, movimiento de los ojos y de la cabeza, entre otros).

Para este teórico, no es casualidad que los militares entrenen su físico manteniéndolo perfectamente alineado, ya que esto tendría la intención de demostrar poder y disciplina a sus tropas, al enemigo, pero sobre todo a sí mismos.

Mantener una buena postura daría un mensaje emocional positivo a nuestro cerebro. Para Erik Peper es posible empoderarse a través de la posición del cuerpo, por eso cree que es fundamental educar y modificar los malos hábitos de nuestra postura.

Otro estudio reciente publicado por la revista científica Gait Posture avala la teoría del científico holandés, pero sumó un nuevo factor a la ecuación: la depresión. Investigaron si existía alguna asociación entre una mala posición de espalda y la recurrencia de episodios depresivos en un grupo 136 pacientes. Y efectivamente, aquellos mayormente afectados tenía una curvatura de columna que empeoraba la situación.

Cosas que suceden al cambiar nuestra postura

Los ítems mencionados están basados en el estudio llevado a cabo por Erik Peper y lo que sus pacientes demostraron mediante la experiencia.

Cuando nos sentamos rectos somos más propensos a recordar memorias positivas o a pensar en algo positivo en general.

Si en vez de caminar lentamente saltamos durante los descansos, podemos aumentar de manera significativa nuestro nivel de energía

Aquellos a quienes antes del estudio eran más afectados por la depresión, tenían más drenadas sus energías que los otros.  

¿Cómo mejorar la postura?


Ahora que somos conscientes de todo esto, ¿por dónde empezamos a disfrutar de mejor salud y bienestar, y, por ende, a ser más felices? Es difícil saberlo con exactitud, pero lo que sí puede saberse es que una gran cantidad de áreas del cuerpo pueden doler cuando tenemos una mala postura y que debemos educarnos para que esto no suceda.

 Es cierto que en la actualidad muchas personas mantenemos una vida sedentaria, y tenemos empleos que nos exigen pasar largas jornadas sentados frente a un escritorio, o muchas horas de pie, y que esto quizá no ayude demasiado con nuestra ergonomía. Por lo que saber sobre cómo sentarnos y pararnos es muy importante y benéfico para la salud.

Habiendo dicho esto, el cuerpo humano está diseñado para moverse, no para pasar 8 horas frente a una computadora. Por esa razón, caminar ayudará mucho al cuerpo mejorar la posición de la columna, así que se recomienda ponerse de pie por lo menos dos veces cada hora.

Si se mantiene una posición pélvica neutral con la espalda recta, las vértebras en la espalda estarán alineadas correctamente. Esto quitará mucha presión de los músculos de la columna y espalda, y logrará reducir reducir el dolor de espalda.

De acuerdo con los estudios mencionados hasta aquí, estaría más que claro que la posición de nuestra espalda tendría una relación directa con la psiquis y emociones, pues cuando alteramos nuestro lenguaje corporal; esto influenciaría subconscientemente a nuestro pensamiento y a nuestra toma de decisiones.

Será cuestión de procurarnos una mejor calidad de vida desde todos los aspectos posibles, incluso, de algo que muchas veces consideramos poco importante, como lo es el modo en que nos movemos en nuestra vida cotidiana. ¿Qué opinas? ¿Quieres empezar a cambiarlo?

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