A lo estrictamente fisiológico se agrega un beneficio extra, pues a medida que trabajamos en comunicación con la otra persona, nuestras vibraciones comienzan a armonizar con ella y poco a poco, recibimos una información proveniente de otro plano más sutil, más enérgico, como un diálogo entablado entre dos almas.
La aromaterapia nos es de gran ayuda para conseguir este objetivo. Nos ayuda a liberar todos nuestros bloqueos energéticos para conseguir hacer fluir la mayor cantidad de energía posible y evitar estancamientos.
Debido a que los aceites esenciales poseen cargas eléctricas, cuando los difundimos a la atmósfera hacen que cambie la frecuencia vibratoria del entorno. Por ello poseen una importancia capital en todos los trabajos de los campos energéticos, ya sea del cuerpo humano como de la energía de nuestro medio ambiente.
El sentido del olfato es la función sensorial que más intensamente está ligada a las informaciones almacenadas en nuestro subconsciente. De modo que estas sustancias volátiles actúan sobre un plano profundo y fundamental de nuestro ser.
Como es natural, para este tipo de técnica se deberán utilizar sólo aceites esenciales puros. Todos los aromas fabricados artificialmente carecen de la fuerza activadora de las plantas, al igual que carecen de la compleja e intrincada variedad de sustancias activas que sólo pueden originarse en la Naturaleza.
Como que son sustancias orgánicas naturales, su efecto está en consonancia con las necesidades del cuerpo y del espíritu. Con frecuencia tienen un efecto equilibrador, es decir, poseen la tendencia a proporcionar un estado general sano y armónico.
Conceptos y características del masaje aromaterapéutico
Sabiendo que mente y cuerpo están profundamente interrelacionados entre sí y que los aceites esenciales trabajan en ambos campos, un masaje basado en la aromaterapia puede ser muy reconfortante, integrador, físico y sutil a la vez, obteniendo resultados a largo plazo.
Para conseguir un efecto más sutil de los aceites esenciales, el masaje también deberá tener esta característica para obtener un resultado armonioso. Deberá ser rítmico, sin intermitencias y la suavidad prevalece a la presión o al movimiento mecánico.
La finalidad de este tipo de masaje es llevar las sustancias aromáticas a las zonas del cuerpo que más lo necesitan. Para que éstas penetren bien a través de la piel, ésta deberá estar en condiciones óptimas, excluyendo toda posible congestión. Si fuera conveniente, previo al masaje se aplicaría algún tipo de tratamiento descongestionante.
El masaje holístico favorece que la persona se ponga en contacto con su núcleo interno, y ayuda a tomar mayor conciencia del cuerpo. Engloba la totalidad del Ser.
Se trabajan todas las zonas emocionales del cuerpo con la ayuda inestimable de los aceites esenciales para potenciar el efecto terapéutico.
Tipos de masaje
Dentro del masaje holístico aromaterapéutico se distinguen tres tipos distintos con efecto, de menor a mayor profundidad, en el campo emocional. Estos serían:
el equilibrador bioenergético,
el sensitivo y
el vibraccional. En éste último prácticamente no entramos en contacto físico con la persona salvo en algunos puntos reflejos emocionales del rostro. Cada uno de ellos precisa de la utilización de una técnica distinta específica.
Maniobras del masaje holístico con aromaterapia
En líneas generales podríamos describir cómo deberían ser las maniobras y sus características:
Se aplica el aceite corporal que llevará disuelto los aceites esenciales adecuados, con movimientos circulares, que por el hecho de ser cíclicos, introducen el sentido equilibrante del ritmo.
Los movimientos han de ser repetitivos, ya que esto confiere una mayor sensación de seguridad. La ritmicidad armoniza cuerpo y mente, ayudando a entrar en un mayor contacto con uno mismo.
Se realizarán roces, presiones suaves y amasamientos circulares, alternando el movimiento y la presión. Nunca efectuaremos maniobras de cacheteos, percusiones, etc. ya que interrumpiríamos el ritmo. Los movimientos son encadenados, sin interrupciones y muy fluidos.
Se realizan muchos pases sedantes, rozando sutilmente la piel en la misma dirección, alternando las manos. Estos pases producen armonía y regulación del flujo energético, muchas veces bloqueado en zonas contracturadas o zonas reflejas de estados emocionales. Se efectúan al principio y al finalizar el masaje. Susanna Puchades
Lda. en Biología
Profesora de Aromaterapia de la escuela Vipassana
Leer artículo en Saludterapia