Las causas más habituales de los incendios que se producen en viviendas suelen tener origen eléctrico, fuentes de calor, estufas o chimeneas, cigarrillos y fósforos, cocinas, velas, etc… De ahí la importancia de extremar las precauciones, especialmente con la llegada de las bajas temperaturas.
Según un informe reciente, más del 70% de los incendios que registran las compañías aseguradoras se producen en el interior de nuestra vivienda. Estufas, cocinas, instalaciones de gas… son algunos de los riesgos presentes a los que no prestamos la suficiente atención y que pueden desembocar en un accidente con serias consecuencias.
En la mayor parte de las ocasiones, muchos de los incendios que ocurren en el hogar podrían evitarse, siendo simplemente un poco más cuidadosos y adoptando unas sencillas medidas de seguridad. Especialmente, es importante que todos los miembros de la familia se mantengan alerta y hagan un buen uso de los aparatos y fuentes de calor que se utilizan a diario en los hogares. Desde Vivienda Saludable queremos facilitarte una serie de pautas para prevenir el peligro de un incendio en casa:
A la hora de cocinar, no descuides sartenes o cacerolas en el fuego mientras se cocina. Y pon los mangos hacia adentro, sobre todo si hay niños en casa que pueden alcanzarlos. Asegúrate de que, cuando acabes, has apagado correctamente la instalación y/o todos los electrodomésticos que hayas usado (horno, microondas, cafetera…)
Si utilizas estufas y radiadores eléctricos, procura mantenerlos alejados de ropa, alfombras, cortinas y otros muebles, y apagarlos o desenchufarlos cuando no estés en la habitación. Por supuesto, no los cubras con ninguna prenda.
Evita tapar u obstruir las rejillas de ventilación de pequeños electrodomésticos y aparatos tecnológicos que haya en casa.
No hay que sobrecargar las regletas con muchos enchufes. Desconecta las planchas de pelo o de ropa después de su uso. Y cuando las estés utilizando, colócalas sobre superficies no inflamables y aisladas de otros elementos.
La instalación de gas debe ser revisada de forma periódica. Recuerda que, si tu cocina es de gas, debe tener ventilación hacia el exterior. Comprueba que la llama de la cocina sea azulada. Si detectas tonos rojizos es que el sistema no está limpio. Avisa a tu operario de inmediato y te dirá cómo proceder.
Dado que las ventanas son una de las vías de escape de la vivienda, es normal que durante su elección nos preocupe el tipo de material que escogemos. Desde Vivienda Saludable queremos desmontar el mito que existe sobre las ventanas de PVC. Desde KÖMMERLING nos cuentan que no suponen un peligro mayor en caso de incendio, ya que en su caso, el PVC que utilizan tiene una calificación al fuego difícilmente inflamable y autoextinguible, lo que quiere decir que las ventanas con sistemas KÖMMERLING no mantienen la llama en caso de incendio ni serán nunca el origen.
Instala detectores de incendio y de gas que te avisen en caso de que exista algún problema. Los detectores de humo producen un sonido que nos alerta del posible peligro.
Ten un extintor localizado. Los edificios públicos se rigen por una normativa que les obliga a tener extintores en distintas estancias. De la misma manera, nosotros podemos tener un par de extintores en casa para prevenir los incendios en el hogar, sobre todo, en aquellos espacios donde pasemos la mayor parte del tiempo y en los que exista mayor riesgo de incendios, como el salón y cocina. Y asegúrate de que todos los miembros de la familia saben utilizarlo llegado el caso.
Nunca dejes una vela encendida en una estancia vacía, tampoco por la noche o cuando no haya nadie en casa. Si hay niños en casa, recuérdales que no son un juguete.
Si fumas en casa, evita hacerlo en la cama o en el sofá ya que son superficies fácilmente inflamables.
Aunque parezcan consejos muy básicos y de sentido común, no está de más recordarlos puesto que van a ser muy útiles para evitar cualquier posible foco de incendio en casa.