Recolectar las bayas es muy fácil, pues no es necesario varear, ni hacer un gran esfuerzo.
Una vez que se tienen recolectadas las bayas, se les puede dar un enjuague para limpiarlas un poco.
Para poder extraer el aceite hay que machacarlas y se puede hacer de dos formas:
ü A mano. Este método es un poco cansado y tedioso si tienes muchas bayas que machacar. Lo puedes hacer en un mortero, o coger un taco de madera y en una tabla también de madera colocar varias y con el taco ir machacando.
ü Con la thermomix: el inconveniente de este método es que hay que estar atentos a que todas las bayas estén trituradas, porque algunas se trituran demasiado y otras apenas nada. Mejor hacerlas poco a poco. Atención con triturar muchas a la vez, al ser una baya bastante dura, puede estropear las cuchillas. La gran ventaja es que se tarda muy poco tiempo y es más cómodo.
La baya es toda semilla, el aceite se obtiene de esa pulpa que hay entre la piel y la semilla.
Una vez machacadas todas, se colocan en una olla y se cubre con agua destilada. Se calienta a fuego medio-bajo, y cuando rompe a hervir se deja unos 40 minutos bajando el fuego un poco más. Se va removiendo para que todas las bayas suelten el aceite.
En ese tiempo, el aceite se habrá disuelto y mezclado con el agua y los restos que sueltan la piel de la baya.
Pasado ese tiempo se espera unos 10 minutos para que enfríe un poco.
Se cuela y se pasa a otra olla. Para aprovechar los restos de las bayas que quedan en el colador, se ponen en una gasa o tela limpia de algodón y se retuerce para obtener lo máximo posible el jugo. Este paso es importante porque se aprovecha mucho aceite, y mejor ponerse guantes.
Una vez está todo colado, se vuelve a colar y se vierte en un cuenco más acorde con la cantidad de líquido colado.
Se deja reposar unas 48 horas, en este tiempo se decantará, el agua y restos de bayas quedarán en el fondo y el aceite en la parte superior que se irá solidificando un poco.
Pasado ese tiempo, con una cuchara se recoge la capa superior de toda esa mezcla de líquidos y se vierte a una olla.
Como se habrá pasado parte de agua y resto de bayas, se calienta de nuevo a fuego bajo, y se deja que se consuma el agua y se sequen los restos de las bayas, dependiendo de la cantidad de agua que ha quedado tardará o menos tiempo.
(Una variante es no esperar esas 48 horas y poner todo a fuego bajo de nuevo).
Llegará un momento en que los restos de las bayas se forman como una masa casi seca que se pega en la olla, y se separa el aceite con un color verde precioso y olor muy intenso.
Ahora se puede recoger más fácilmente el aceite y pasarlo a un cuenco y colarlo, y queda el aceite de bayas de laurel.
Comentar que para poco más de 2 kilos de bayas obtuve casi 90 grs de aceite.
En la foto, el aceite recién colado templado.
El aceite de bayas de laurel es semisólido a sólido, a temperaturas frías se cuaja, por eso en muchas de las fuentes que he leído dicen manteca, por la textura que tiene, en la siguiente foto se ve lo que explico, la manteca está a temperatura ambiente.
Espero que os haya servido toda esta información recopilada de internet y de mi propia experiencia.
Esperando ya la nueva producción de bayas.
Más información: Laurel (Laurus nobilis)
Aceite de bayas de laurel
Obtener manteca de laurel paso a paso