Es antiséptico, estimulante, estomacal, carminativo, expectorante, diurético y sudorífico. Se emplea en dispepsias atónicas y fatiga, así como gargarismos en infecciones bucofaríngeas. El aceite de las bayas tiene aplicaciones tópicas muy eficaces, tales como abscesos, contusiones y otras afecciones de la piel producidas por hongos; también es útil en dolores reumáticos y en los desarreglos de la menstruación. Se aplica preferentemente en forma de linimento, pomada o aceite.
Aceite de bayas de laurel para uso externo
Para las aplicaciones externas, tales como dolores
reumáticos, contusiones, úlceras, enfermedades de la piel producidas por hongos, etc., se puede preparar un adecuado aceite de bayas hirviendo un puñado de ellas bien machacadas, exprimiendo la pasta resultante y guardando el líquido en un recipiente hermético.
Infusión de laurel para uso interno
Para las aplicaciones internas, tales como digestivo, carminativo, expectorante, diurético, o en caso de desarreglos menstruales, se puede hacer una infusión añadiendo a una taza de agua hirviendo una cucharadita de hojas secas desmenuzadas. Dejar reposar 10 minutos y filtrar. Tomar unas 4 tazas al día.
Baño de laurel antiséptico y refrescante
En un litro de agua hervir un par de puñados bien colmados de hojas secas o frescas. Después de entibiar filtrar y añadir al agua de la bañera.