Posibles consecuencias psicológicas del aislamiento por COVID – 19
Las preocupaciones económicas sobre la situación futura se hacen evidentes debido al cierre temporal de varios negocios, pero igualmente importarte son las consecuencias psicológicas debido a esta situación extraña para las generaciones actuales como podrían ser el miedo a la incertidumbre (en la que se puede incluir la preocupación económica propiamente mencionada, el desconocimiento de la duración del aislamiento, si se puede ser un posible contagiado, etc.), síntomas de ansiedad y depresión, sensación de pérdida de control y por tanto frustración y confusión.En el confinamiento en casa, nos vemos en la clara necesidad de compartir un espacio cerrado entre los miembros del hogar, agravando, en cualquier caso, las diferencias que antes fueran más leves conforme al transcurso de los días. El motivo de esta sucesión de desigualdades vienen derivadas tanto de la modificación de rutinas habituales como del aumento del número de horas juntos entre los miembros de la familia, convirtiéndose la situación menos llevadera si anteriormente a este acontecimiento había pequeñas asperezas que limar.
¿Qué hacemos si tenemos situaciones de conflicto durante la etapa de aislamiento?
Es importante que, mientras estemos en cuarentena, los conflictos que teníamos con la pareja o con otros miembros de la familia también pasen en cuarentena para así evitar la acentuación del malestar psicológico. No quiere decir con esto que las situaciones se pasen al olvido y que no se busquen alternativas de solución futuras sino que, en este momento, es necesario priorizar las demandas del entorno actuales para después ser capaces de ser resolutivos y conscientes de las necesidades de los demás. Pese a esto, hay situaciones en las que son fáciles que se generen conflictos. La confianza entre los miembros, sumándose las nuevas circunstancias sociales en las cuales se necesita un tiempo de adaptación y una actualización de rutinas para no caer en el aburrimiento y en el desánimo, genera en los individuos un cierto malestar que desemboca en la necesidad de compartir ciertas emociones como forma de hacer visible su experiencia. Ante la posibilidad de que se generen problemas de convivencia, es importante validar las emociones de las personas de nuestro alrededor y no caer en frases tipo “no es para tanto”, “todos estamos igual que tú, deja de estar protestando”, “si esto fuera a más no sé qué sería de ti” etc.La escalada emocional en el aislamiento por el coronavirus.
El aislamiento actual, puede percibirse como una situación estresante, por lo que es recomendable además la evitación de la escalada emocional que puede iniciarse con circunstancias o actividades del hogar que, anteriores al periodo de cuarentena, parecían irrelevantes (asumir actividades del hogar que no se dan especialmente bien, situaciones en las que se es posible salir para la compra de alimentos o medicamentos y haya más de un individuo que quiera realizarlas); Las pautas más básicas para evitar la escalada emocional sería tomar una actitud de no crítica hacia el comportamiento de la otra persona, prevenir ponerse a la defensiva y apreciar la intención de la otra persona pese al resultado definitivo. En casos extremos lo mejor sería retirarse del conflicto para evitar el pico máximo de enfado y no dar lugar a una situación aún más insostenible.Recomendaciones para suavizar y mejorar nuestras relaciones en el hogar
Se sugiere entonces el establecimiento de rutinas y horarios que nos hagan adentrarnos en la experiencia misma del confinamiento, fortaleciendo lazos familiares. Constituye entonces una oportunidad, en su lado más positivo, para conocernos a nosotros mismos y conocer a los que nos rodean y las necesidades que tienen cada una de las personas más cercanas que por los motivos que nos acontecen, tenemos que convivir la gran parte del día. El realizar actividades en conjunto con consenso, compartir actividades de ocio, además de permitir un espacio donde puedan compartirse las emociones de cada uno de los miembros sin juzgar ni poner etiquetas a lo que se siente, ayuda a prevenir el desgaste por el propio aislamiento en sí, permitiéndose a cada uno el pedir ayuda a los demás. No obstante, puede darse la necesidad de desconectar en algún momento de aquellas personas que van a estar compartiendo irremediablemente un espacio limitado con nosotros. Por ello, pueden buscarse actividades en solitario en base a los intereses y hobbies de cada uno, además de recurrir a redes sociales y videollamadas con otros individuos de nuestro entorno social que ahora mismo no es posible contactar de forma presencial.Recuerda que desde Psicólogos PsicoAbreu estamos disponibles para enseñarte a gestionar situaciones que se escapan de control y tomar una actitud activa y responsable en el manejo de este tipo de situaciones.