¿A quién no le ha pasado alguna vez que no soporta la manera de ser de otra persona? O que incuso te llegan a molestar determinadas acciones o maneras de comportarse del otro aun sin tener “nada que ver contigo”, al grado de incluso llegar a criticarlo de manera abierta….Si te suena familiar te invito a seguir leyendo este artículo…
Tal vez nunca te has puesto a pensar en el porqué suele molestarte tanto, pero si has escuchado la típica frase de “lo que te choca te checa” déjame decirte que es más acertada de lo que crees, ¿Por qué? Normalmente cuando no aceptamos alguna(s) características de nosotros mismos o cuando otra persona cuenta con características que desearíamos tener pero nos sentimos incapaces de llegar a tenerlas.
Solemos utilizar un mecanismo de defensa llamado “proyección”, cuando lo utilizamos atribuimos de manera positiva o negativa sentimientos e ideas sobre nosotros mismos a los demás.
¿Qué es una proyección psicológica?
La proyección es un mecanismo de defensa que consiste en soslayar (o evadir), deseos, sentimientos y rasgos propios; características de nuestra persona que no queremos aceptar, ya que de reconocerlas implicaría lesionar la auto-imagen o idealización que tenemos de nosotros mismos.
Algunos tipos de proyección psicológica:
Proyección emotiva: cuando decimos “Hoy la noche es más triste que otros días”.
Proyección de atributos: cuando una madre le grita a su hija de tres años “Eres una egoísta desconsiderada”.
Proyección de afectos: cuando decimos que “Juan nos tiene mucha envidia”, pero en realidad somos nosotros los que envidiamos a Juan en algún aspecto.
Proyección por deficiencias: cuando cargamos al otro con carencias o necesidades propias: “Roberto, eres muy intolerante a las críticas, como puedes ser tan susceptible”
Así pues, se dice que durante una proyección psicológica transferimos a los demás las características que nos negamos a aceptar en nosotros mismos.
En este caso cuando juzgamos o criticamos a otro (ya sea de manera abierta o no), en realidad estamos tomando a la otra persona como un espejo en el que nos estamos reflejando, y si damos ese gran paso de analizar y aceptar el porqué me molesta tanto esto o aquello de él, podremos llegar a comprendernos más a nosotros mismos y a enfrentar ese conflicto interno que no estamos reconociendo.
La proyección psicológica como mecanismo de defensa
“No vemos a los demás como son, sino como somos nosotros”
-Immanuel Kant.
En lo personal pensaba que esta frase de “lo que te choca, te checa” en mi no aplicaba, claro, como todos o la gran mayoría, no aceptaba que aquello que tanto me molestaba del otro tenía mucho más que ver conmigo de lo que creía.
Sin embargo el día que comencé a analizar seriamente mi situación, llegué a comprender muchas cosas, al principio trataba de corregir en los demás lo que a mi parecer estaban haciendo mal e incluso llegaba a molestarme sino lo hacían, está claro que al final descubrí que el problema no era de ellos, era aquello que no me atrevía a “mirar” en mi persona.
Un ejemplo claro es que unos años atrás solía rechazar a las personas que “me parecían” muy dependientes de otras, incluso cuando notaba que algún amigo(a) mantenía una relación de noviazgo en la que todo el tiempo se la pasaban juntos, siempre demostrándose cariño, se decían cosas demasiado “cursis”.
De alguna manera intentaba reforzar la idea de que esas personas estaban mal, de que eso no los llevaría a nada bueno, sin embargo inconscientemente yo deseaba realmente mantener una relación así, pero me costaba reconocerme como una persona “cursi” y también algo dependiente de la pareja. Después de haber vivido una relación como la que “me chocaba” descubrí que me “checaba” más de lo que creí….
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