Hoy en día, la mayoría de la población general es consumidora habitual y conoce los medicamentos y principios activos más comunes para tratar alguna dolencia física o trastorno menor, tales como por ejemplo el omeprazol para tratar problemas digestivos, ibuprofeno o paracetamol para tratar el malestar general o dolores, pero pocas de las personas usuarias de estos medicamentos conoce los tesoros que la propia Naturaleza nos brinda y las tenemos tan fácilmente a nuestro alcance.
Además estas personas no se paran ni un instante a pensar, absorbidas por las preocupaciones del día a día, qué causa les ha llevado a padecer esa dolencia, o en pocas palabras, muy pocas se detienen a escuchar las señales emocionales que nuestro cuerpo tan sabio nos ha ido alertando.
Muchas veces, cuando aparece un problema físico puede ser causa de no haber escuchado ni prestado atención a nuestro cuerpo durante algún tiempo. Esas dolencias físicas o trastornos psicológicos como la ansiedad o depresión a veces no son más que advertencias que nos están informando de que algo no estamos haciendo bien, que no estamos en la dirección correcta y es cuando entonces debemos de parar, tomar consciencia y actuar.
En ocasiones, cuando aparece realmente la enfermedad es cuando las personas se replantean su vida y modifican ciertos hábitos o llevan de otra manera su día a día, es decir toman más consciencia de sus propias emociones.
Existen terapias naturales, alternativas y complementarias, las cuales se pueden tomar solas o combinadas con el tratamiento habitual que esté tomando el paciente sin reacciones adversas ni contraindicaciones.
Dentro de estas terapias, se encuentran las Flores de Bach, un tesoro de la Naturaleza al alcance de todos, englobada dentro de las terapias vibracionales o energéticas.
Las Flores de Bach las componen 38 esencias más el Remedio rescate, el cual es utilizado para situaciones de emergencia. Estas flores deben su nombre a un médico inglés llamado Doctor Edward Bach.
El Doctor Bach era, además de médico, homeópata, bacteriólogo y patólogo y su fisiología se basaba en tratar y escuchar al paciente, las emociones que estaba sintiendo la persona, es decir tratar la causa emocional, ya que si desaparece la causa, los problemas físicos o emocionales también.
Las Flores de Bach se seleccionan a través de una entrevista personalizada con la persona de aproximadamente 1 hora de duración, donde es muy importante que la persona defina su estado emocional para que el terapeuta identifique y seleccione las esencias adecuadas hasta un máximo de 7 esencias por frasco de 30 ml para el tratamiento. La base principal del preparado floral es agua mineral, y como conservante se añade brandy o glicerina vegetal en casos especiales como bebés, niños, embarazadas o personas que no pueden beber alcohol.
Flores de Bach
Foto: http://buscaterapias.cl
Al iniciar el tratamiento con Flores de Bach, lo recomendable es tomar 4 gotas con una frecuencia de 2-3 horas, espaciado de alimentos, lo que equivale de 6 a 8 veces al día. Conforme la persona se va sintiendo mejor se puede espaciar las tomas, pero se debe tomar como mínimo 4 gotas 4 veces al día. En caso que la persona sufra alguna crisis puntual, se pueden tomar 4 gotas cada 5-10 minutos hasta mejoría. No hay riesgo de sobredosis ni efectos secundarios.
El efecto de la Flores de Bach es variable en cada persona. Por ejemplo, en el caso de un trastorno agudo como una ansiedad, las Flores de Bach son muy rápidas y eficaces, a diferencia de si el estado emocional esta profundamente arraigado, como el caso de depresiones profundas donde las Flores de Bach pueden tardar en hacer efecto días o semanas.
Por lo tanto, tenemos que ser conscientes y aprender cada día a definir nuestras emociones, a conocer nuestro cuerpo y lo que necesita en cada momento, ya que de esta manera podremos buscar y poner remedio antes de que aparezca la enfermedad o los trastornos psicológicos.
En definitiva, ya sabéis que existen terapias como las Flores de Bach para prevenir y ayudar a estar en equilibrio emocional con uno mismo, con lo que se derivará en ser y vivir un poquito más felices.
(*) Esther Jiménez Soriano, Farmacéutica y Terapeuta Profesional de Flores de Bach Acreditada por Sedibac.
Esther Jiménez Soriano