Las claves de un entrenador profesional

La gestión de un entrenador es de vital importancia para que una organización deportiva pueda alcanzar los diferentes objetivos propuestos. Es el encargado de todo lo relacionado con el entrenamiento físico, mental y emocional de uno o varios jugadores.

La tarea de un entrenador tiene un impacto directo en el deportista. Además de ser instructor también debe ser facilitador, mentor, motivador y, por supuesto, planificador. Establecer una correcta estrategia según la fase de juego es clave para que los jugadores rindan al máximo.

Un entrenador, independientemente de la disciplina, debe cumplir con unas funciones básicas y, adicionalmente, sumarle las que conlleva ser el entrenador de, por ejemplo, un equipo de fútbol.

No es un trabajo sencillo, es por ello que todas las herramientas que se tengan a disposición pueden aportar un gran valor agregado. En este sentido, una app para entrenadores puede facilitar esta tarea, ya que permite gestionar las tareas de forma más organizada y efectiva, explicar las jugadas a detalle e inclusive llevar una estadística detallada de los partidos.

¿Cuáles son las principales funciones de un entrenador?

Comunicar de forma eficiente a los jugadores las normas y estrategias a seguir. Para lograr este objetivo es indispensable utilizar un lenguaje claro y dividir las tareas en secuencias para facilitar el cumplimiento de las mismas.

El entrenador debe hacer una gestión del rendimiento de los jugadores. De esa gestión se pueden determinar las fortalezas y debilidades. En el caso de las debilidades, debe ir acompañado de una estrategia para estimular el progreso del jugador.

Otra función de vital importancia es la creación de programas de entrenamientos personalizados en pro de aprovechar las mejores capacidades de cada uno de los jugadores.

También debe estimular el desarrollo del conocimiento en sus jugadores. Estos conocimientos deben estar enfocados hacia la aptitud, psicología del deporte, ciencia del deporte, lesiones, nutrición, entre otros.

Debe generar estrategias para el juego. El conocimiento de las fortalezas de cada jugador es clave para esta tarea que, a su vez, es determinante para conseguir los objetivos propuestos.
Adicional a estas funciones, el perfil de un buen entrenador debe ser, como comentamos anteriormente: motivador, organizado, disciplinado y estratega. Este último aspecto es de vital importancia, ya que es lo marca la diferencia en el deporte profesional. Saber las estrategias es clave, pero también saber detectar cambios en el terreno de juego que requiera modificar la estrategia original. Los pequeños detalles son los que diferencian a un gran entrenador.

¿Cómo ser un buen entrenador de fútbol?

La experiencia y los conocimientos son la clave de un buen entrenador de fútbol. De allí que sea un puesto que no cualquier persona pueda ostentar, sobre todo a nivel profesional.

Evaluación: establece un punto de evaluación de partida, intermedia y final para determinar si el plan establecido en un principio se cumple y de no ser así poder realizar los cambios correspondientes. Esta evaluación también es el soporte para los próximos partidos.

Metodología: establece una metodología con base en tus conocimientos y experiencia. Apégate a ella, entendiendo que puede haber pequeños cambios, pero no debe modificarse por completo sin dar el tiempo suficiente para obtener los resultados. Es importante que el entrenador sea fiel a su metodología.

Motivar y delegar: motivar de manera correcta al equipo es clave, así como también delegar, establecer metas claras, transmitir confianza, ser firme y decidido.

Ser coherente: es importante que el entrenador sea coherente entre lo que dice y hace. La confianza es un factor clave para llevar a un equipo al éxito.

Herramientas adicionales: además de los conocimientos, utilizar herramientas adicionales como aplicaciones especializadas para entrenadores generales y entrenadores de fútbol es de gran ayuda. Así como también contar con todos los recursos necesarios para un óptimo rendimiento del equipo.
Entrenar a un equipo o a un deportista en específico es un trabajo que requiere de mucha determinación, organización, experiencia y conocimientos. Diferenciarse de un entrenador amateur y comportarse como uno profesional es esencial para alcanzar el éxito.