A pesar de la tremenda cantidad de información médica que hay disponible para el público ahora, muchas ideas incorrectas aún persisten sobre la naturaleza y el tratamiento de la diabetes. Sigue leyendo como separar la realidad de la ficción.
Conozcamos entonces cuales son los mitos y las realidades sobre la diabetes.
El mito:
Comer mucha azúcar puede causar diabetes.
La realidad:
Hace años, las personas la llamaban “la diabetes de azúcar”, implicando que la enfermedad fue causada por comer muchas cosas dulces. Los expertos médicos ahora saben que la diabetes es desencadenada por una combinación de factores genéticos y del estilo de vida. Sin embargo, estar en sobrepeso – lo que puede resultar por consumir comidas azucaradas altas en calorías – incrementa el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Si tienes un historial de diabetes en tu familia, consumir un plan de alimentación saludable y hacer ejercicio regularmente son recomendados para controlar tu peso.
El mito:
Las personas con diabetes no pueden comer ningún dulce o chocolate.
La realidad:
Si se parte de un plan de alimentación saludable, o se combina con ejercicios, entonces las personas que tienen diabetes sí pueden comer dulces y postres. Ya no son más “fuera de límites” para las personas con diabetes como lo son para personas sin ella.
El mito:
Las personas con diabetes solo pueden comer alimentos especiales para diabéticos.
La realidad:
Un plan saludable de alimentos para personas con diabetes es lo mismo para todas las personas: baja en grasa (especialmente las grasas saturadas y grasas trans que se encuentran en la mantequilla, manteca de cerdo, productos lácteos completos y carnes, y aceites vegetales sólidos), sal y azúcar moderada, con comidas de alimentos a base de grano integral, vegetales y frutas. Las versiones diabéticas y “dietéticas” de alimentos que contienen azúcar no ofrecen un beneficio especial. Ellos aún aumentan los niveles de glucosa en sangre, normalmente son más caros y pueden también tener un efecto laxante si contienen alcoholes de azúcar.
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El mito:
Todos los diabéticos tienen que inyectarse insulina.
La realidad:
La insulina inyectada es usualmente necesaria solo para aquellos que tienen la diabetes tipo 1, en la cual el cuerpo no puede producir más su propia insulina. Aquellos con diabetes tipo 2 generalmente tienen mucha insulina, pero su cuerpo no responde bien a ella. Algunas personas con diabetes tipo 2, particularmente si los niveles de glucosa en sangre son mal controlados, necesitan pastillas de diabetes o inyecciones de insulina para ayudar a sus cuerpos a usar la glucosa como energía. Sin embargo, la mayoría de los casos de la diabetes tipo 2 se pueden ayudar sin medicación, al perder peso, adoptar una dieta saludable, incrementar el ejercicio y otros cambios en el estilo de vida. (Por cierto, la insulina no se puede tomar como una pastilla, ya que la hormona se descompone durante la digestión al igual que las proteínas en los alimentos. La insulina debe ser inyectada en la grasa bajo la piel para que llegue a tu sangre.)
El mito:
Si tienes diabetes, tienes que mantenerte lejos de los alimentos ricos en almidón como el pan, las papas y la pasta.
La realidad:
Los panes de grano integral, cereales y pastas, arroz integral y vegetales con almidón como las papas, batatas, guisantes y maíz son parte de un plan de alimentos saludables y pueden ser incluidos en tus comidas y meriendas. Estos alimentos, altos en carbohidratos complejos, también son una buena fuente de fibra, lo que ayuda a que tu sistema gastrointestinal funcione sin problemas. La clave está en el tamaño de la porción. La mayoría de las personas con diabetes deben limitarse ellos mismo a tres o cuatro porciones de carbohidratos complejos por día.
El mito:
La diabetes tipo 2 solo afecta los niveles de azúcar en sangre, disminuyendo tu energía.
La realidad:
La diabetes tipo 2 afecta muchos sistemas diferentes y órganos del cuerpo, incluyendo el sistema cardiovascular, conduciendo a un infarto o a una enfermedad del corazón; los ojos, los cuales pueden resultar en condiciones desde ojo seco a enfermedad de la retina (retinopatía); los nervios, causando daño severo (neuropatía) que pueda requerir amputación de un miembro inferior; los riñones, los cuales fallan y requieren diálisis; y la piel, que puede volverse propensa a infecciones. Los expertos predicen que, durante los próximos 30 años, habrá 30 millones de ataques al corazón, 13 millones de infartos, 8 millones de nuevos casos de ceguera, 6 millones de fallos en los riñones, 2 millones de amputaciones y 62 millones de muertes – todos relacionados con la diabetes. Aprende más sobre muchas de las complicaciones serias que existen y cómo enfrentarte a ellas.
El mito:
Solo los adultos pueden desarrollar diabetes tipo 2.
La realidad:
La diabetes es una de las enfermedades crónicas más comunes en niños de edades escolares. Acerca de 1 en cada 400 a 600 niños tiene diabetes tipo 1, lo que solía ser llamada la “diabetes juvenil”, la cual es causada por un trastorno en la habilidad del páncreas para producir insulina. Sin embargo, en años recientes, más y más niños y adolescentes se han convertido en sobrepeso (10 a 15%, casi el doble del número de hace dos décadas), y así incrementando el número de personas jóvenes que están siendo diagnosticadas con diabetes tipo 2. De acuerdo con varios estudios, desde 1994, los casos se han incrementado desde menos del 5% hasta la cantidad entre 30 y 50%. Dos millones de esos tienen pre-diabetes en edades desde 12 a 19 años (o 1 en 6 adolescentes con sobrepeso).
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El articulo original esta en: La diabetes: Mitos y Realidades.
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