Se dice que el acto sexual es un arte, una experiencia donde la pareja muestra su creatividad y confianza para alcanzar un sólo objetivo: el placer; sin embargo, ¿qué sucede cuando la búsqueda lleva a la práctica de hábitos sexuales que pueden poner en riesgo la salud?
De acuerdo con el sexólogo, psiquiatra u presidente de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana, Adrián Sapetti, cualquier juego sexual puede ser una situación riesgosa y provoca tanto daño físico como psicológico.
Que el placer permanezca?
Para descubrir si práctica sexual que tienes es perjudicial para tu salud, es necesario conocer cuándo el daño está hecho. Para que tomes tus precauciones aquí te ofrecemos tres hábitos íntimos con los que debes tener cuidado.
1. Hipofixilia. También conocida como asfixiofilia o asfixia erótica, consiste en impedir la respiración de la pareja sexual o de uno mismo, cubriendo la cabeza con elementos plásticos o recurriendo a la semiestrangulación con sogas, cordones o cinturones.
2. Algofilia. Involucra a las cachetadas, los latigazos, los pellizcos, los mordiscos y a las quemaduras con cera.
3. Electrofilia. Se produce con choques eléctricos.
Los riesgos, en la mayoría de los casos, van más allá de lo físico. Sapetti señala que si se somete al otro a tener juegos eróticos sin su consentimiento puede generarle un shock traumático; le producirá un terror que le impida desempeñarse en otros aspectos de la sexualidad de la persona.
Recuerda que en la sexualidad todo está permitido. Siempre que exista respeto y confianza en la paraje. ¡Cuídate!