Los miedos sexuales están presentes con demasiada frecuencia y sería un error pensar que solamente afectan al sexo masculino. Sin embargo, la cultura en la que nos encontramos le da una mayor responsabilidad al varón en cuanto a lograr un buen desempeño en la actividad sexual, quedando el papel de la mujer liberado de tanta presión.
Pese a ello, los miedos sexuales se dan en ambos sexos, aunque, según indica Francesc Sorribes, psicólogo clínico y sexólogo de InstitutRET, el miedo de la mujer se centra más bien en el rechazo, en que no la quieran, o en el abandono, pero mantiene con el hombre el miedo a no ser valiosa.
La actitud lo es todo
Los miedos sexuales tienden a asociarse a la inexperiencia, pero no es esto lo único que influye. El temor se produce cuando se percibe un peligro o amenaza y puede ser debido a varios factores. Según indica el experto, básicamente se pueden resumir en miedo al rechazo o al fracaso y los consecuentes sentimientos de inferioridad y desvalorización.
Estos sentimientos se pueden dar en cualquier persona, independientemente de su edad y su sexo. Tal y como comenta Sorribes, ¿No es cuestión de edad, sino de actitudes?. Por tanto, serán las condiciones psicológicas de la persona las que determinen estos miedos, sin depender de sus características físicas o demográficas.
Uno de los principales temores que sufre un hombre en esta situación es el miedo al fracaso, a no servir y sentirse inútil. El psicólogo indica que el hombre sigue con la ideas pasadas de que tiene ser el dominante de la relación, proporcionarle placer a su pareja y así sentirse más valioso. Pero la mujer de hoy ha cambiado, sabe lo que quiere y pide más, lo que sin duda, al hombre le vuelve más inseguro.
Cadena de problemas
El miedo a fallar es la causa de otros problemas como la eyaculación precoz o disfunción eréctil. El 90% de estos problemas son de ansiedad sexual, no físicos, comenta el experto. También, se hace necesario tener en cuenta el rechazo, capaz de aumentar el miedo sexual por percibir amenazas o peligros tanto físicos como sociales.
Pero el hombre sigue pensando que le falla algo físico para olvidar la idea de que no sirve, por lo que resulta necesario trabajar la autoestima de los afectados con el fin de que logren afrontar sus miedos. Ésta se logrará fomentar tanto a través de profesionales y del apoyo de los más cercanos, como de la pareja del afectado, parte fundamental del proceso.
Para conseguirlo, se pueden llevar a cabo terapias de pareja que, según el especialista, resultan una excelente opción. Existen varios tipos de tratamientos que se pueden ajustar a esta necesidad, entre ellas, Sorribes recomienda la Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC) y otras terapias cognitivo-conductuales.
Romper barreras
Además de lo citado anteriormente, también existen algunas pautas para mejorar la situación de los afectados, permitiendo aumentar la seguridad y disminuyendo el miedo en las situaciones críticas, aunque sin sustituir las recomendaciones anteriores.
La primera de ellas es afrontar el problema, ya que cuando se evita el miedo, éste se hace más grande y termina por controlar y limitar las situaciones. De hecho, el psicólogo Sorribes, indica que es una de las mejores maneras de vencer los miedos: hacer lo que se teme hacer, ir a por ellos en lugar de esquivarlos o huir.
El segundo consejo es "intentar ver qué pensamientos se tienen en el momento en que llega la ansiedad y tratar de cuestionar en qué medida son irracionales", ésta es la segunda pauta que el psicólogo y sexólogo recomienda. De esta manera, se consigue obtener pensamientos más racionales y constructivos que permitan superar los miedos. También sirven de ayuda los libros publicados acerca de este tema, como 'Trampas y claves sexuales', recomendado por Sorribes.
Sin duda, cuando los miedos se hacen demasiado fuertes, lo mejor es hacerles frente y si es preciso, ponerse en manos de un especialista para poder solucionar el problema.
Agradecimientos a Francesc Sorribes Vall y al InstitutRET.