Bien es cierto que tienen muchos nutritientes y cualidades saludables, pero las cantidades debemos controlarlas porque, finalmente, un exceso llevará a sobrepasarnos en calorías y dependiendo del fruto seco, podemos pasarnos en azúcares o grasas y por supuesto, en calorías.
Además, un aspecto a tener en cuenta en los frutos secos, es fijarnos bien en los ingredientes, ya que lo ideal es que sea simplemente el fruto seco, sin más, tostado o al natural, debemos evitar que lleven azúcar añadido y reducir el consumo de frutos secos fritos.
Por otro lado, un aspecto positivo es que contienen más fibra y antioxidantes (fenoles) con respecto a la fruta fresca, por ejemplo. La fibra por ejemplo, es más saciante y facilita la digestibilidad.
En promedio una porción de 1/3 de copa de frutos secos y nueces puede tener de 130 a 190 calorías, lo cual hay que vigilar.
Frutos secos: fuente alternativa de proteína
Además de las proteínas más comunes conocidas, tales como el huevo, carnes blancas, etc., los frutos secos son una interesante buena fuente de proteína que complementa la alimentación.
Aunque si tienes antojos de algo dulce o salado pero de buen valor nutricional, los frutos secos son una buena opción, dependiendo del fruto seco, puede contener una buena cantidad de proteínas, grasas saludables y fibra.
La conclusión es que cuando tengas antojo de comer algo, antes de bollería industrial o productos ultraprocesados, mejor decántate por un puñadito de fruta desecada (albaricoques, orejones, dátiles, manzana deshidratada, etc.), almendras, nueces, o bien del grupo de las legumbres como el cacahuete, anacardo, garbanzo deshidratado, etc., en general están llenos de nutrientes muy saludables.
Eso sí, busca aquellos que no tengan azúcar añadido a la de la fruta natural ni aceites, gradúa las cantidades y no los mezcles con ingredientes que suben las calorías. Disfrútalos controladamente.